

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) recuperaron este viernes en la Franja de Gaza el cuerpo de una soldado identificada como Noa Marciano, tres días después de que se conociera su fallecimiento en cautiverio a manos del grupo terrorista Hamás.
El cuerpo de la soldado fue recuperado por las tropas del Ejército de una estructura adyacente al hospital Al Shifa de Gaza y trasladado a territorio israelí”, indicaron las FDI en un comunicado.
“Tras un proceso de identificación realizado por personal médico militar y del rabinato, representantes de las FDI informaron ayer a su familia que su cuerpo fue extraído y devuelto a territorio israelí”, agregó el Ejército.
Marciano, de 19 años, pertenecía a la unidad 414 del Cuerpo de Inteligencia de Combate y estaba destinada en la base de Nahal Oz cuando fue secuestrada por los terroristas durante su sangriento ataque contra el sur de Israel el pasado 7 de octubre. Vivía en Modiin y era la mayor de tres hermanos.
Noa es una de los miles de víctimas mortales que han dejado los ataques perpetrados por el grupo Hamás, que continúa con sus acciones terroristas.
Por ello, el Comité Internacional Judío del Ecuador lideró este jueves un encuentro para analizar las consecuencias de la guerra que se vive en la Franja de Gaza, ubicada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo con una extensión de 360 kilómetros cuadrados.
En este territorio se gesta el conflicto israelí-palestino por el control de la tierra de Palestina, tensión que se remonta a principios del siglo XX.
El encuentro conformado por el Comité se desarrolló en Quito, en presencia de autoridades de la Embajada de Israel, así como miembros de la comunidad judía, quienes explicaron a los asistentes el contexto del conflicto.
En esta cita, las autoridades expusieron algunas de las imágenes que dejó el ataque armado. Cuerpos de civiles tendidos en charcos de sangre; bebés en sus coches, víctimas de impactos de bala; abuelos contra el piso que fueron ejecutados sin saber por qué….
Ese fue el resultado de la masacre liderada por el grupo terrorista Hamás, durante una salvaje incursión en Israel, ocurrida el 7 de octubre de 2023. De esa tragedia han pasado 39 días, en los que el Gobierno de Israel condena a lo que ellos denominan como un nuevo genocidio en contra de sus ciudadanos.
Los terroristas se dieron tiempo de asesinar, violar, torturar e incluso decapitar, e incinerar a ciudadanos dentro de sus casas o en la vía pública.
Las cifras del ataque terrorista
En total, 1.200 personas fallecieron y 244 fueron secuestradas durante el mayor ataque terrorista antisemita de la historia.
Roni Kaplan, Mayor Reservista de Israel, se enlazó vía Zoom para explicar las consecuencias que viven los ciudadanos a causa del ataque.
El Reservista indicó que le preocupa la condición de los secuestrados, porque no se conoce con exactitud su ubicación. Añadió que, del número de víctimas, cuatro personas fueron entregadas; cinco liberadas y una fue rescatada.
«El resto sigue sin garantías de sus vidas y no solo son ciudadanos israelíes. También están como rehenes tailandeses, mexicanos, brasileños y estadounidenses», señaló Kaplan, quien advirtió que entre los rehenes también se encuentran 30 niños y mostró fotos de los menores en cautiverio.
Mientras Kaplan hablaba de la realidad en este país, seguía la proyección de las imágenes para que el mundo fuera testigo de la barbarie yihadista, liderada por Yahya Sinwar en Gaza.


Kaplan aterrizó el ataque con cifras escalofriantes. Indicó que, entre el 7 de octubre, cuando inició el ataque genocida, hasta esta semana, Hamás ha lanzado más de 10.000 cohetes sobre la Franja de Gaza. Además, los militares incautaron más de 6.000 armas dentro de edificios públicas y privadas en donde se habrían camuflado los terroristas.
De ahí que recordó la lucha de las fuerzas israelíes. «Estamos articulados en la Franja para desmantelar a Hamás y devolver a sus rehenes».
Sagui Rabovski, cónsul y Jefe Adjunto de Misión de Israel en Ecuador, advirtió que lo que prima dentro de la comunidad es instar al diálogo y lamentó que, en medio de esta guerra, las víctimas son palestinos e israelíes.
Los sobrevivientes
Estefanía Enríquez, ecuatoriana que radicaba en la zona de conflicto, fue sobreviviente en medio de la jornada sangrienta liderada por Hamás.
La mujer regresó a Ecuador junto a otras 193 personas de ocho países de América Latina (entre ellos 116 ecuatorianos) que se acogieron a un vuelo humanitario fletado por el Gobierno ecuatoriano, que llegó a Quito el 16 de octubre.
Entre lágrimas, Estefanía recordó que ese día sonaron las sirenas alertando una emergencia. Ella y su esposo pensaron que se trataba de un ataque aéreo, pero fue algo peor. «Era una matanza contra civiles».
Los ciudadanos se encontraban escondidos sin poder comunicarse. El trauma de esos ataques no les ha dejado en paz, incluso en su estadía en Ecuador. «No podemos dormir y cuando dormimos nos despertamos pensando que se van a entrar a matarnos», reconoció.
Andrea Swigilsky, ciudadana chilena radicada en Ecuador es madre Ariela, una soldada ecuatoriana que sirve al Ejército israelí.
Andrea narró en una carta el momento de tensión que vivió su hija durante el ataque. Ella estuvo escondida en un refugio durante 15 horas, escuchando gritos, balas, misiles, mientras llegaba el ejército a rescatarlos.
Luego de que los civiles fueron rescatados, Ariela armó maletas para dar servicio al ejército. «Mi hija se fue por voluntad. Todos los chicos latinoamericanos que están dentro de este programa tienen el mismo pensamiento: defender a Israel. Por todo eso que hace mi hija, la admiro mucho», expresó.