
La lucha por la supervivencia del petrel de Galápagos (Pterodromaphaeopygia), una de las aves marinas más enigmáticas y vulnerables del archipiélago, ha recibido un impulso significativo gracias a una serie de ambiciosas intervenciones. En un esfuerzo coordinado, la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), con el invaluable apoyo técnico de Galápagos Conservancy, está liderando la restauración de los hábitats vitales de anidación de esta especie, catalogada como «En Peligro Crítico» por la UICN.
El petrel de Galápagos, conocido por su discreta anidación subterránea, enfrenta una amenaza constante de especies invasoras que comprometen su capacidad reproductiva y alteran su entorno natural. Es en este contexto que las recientes expediciones a las islas Santiago e Isabela han arrojado resultados prometedores, encendiendo una luz de esperanza para el futuro de esta ave endémica.
En febrero de 2025, el equipo de conservación desplegó sus esfuerzos en la isla Santiago, donde la inspección de 340 nidos reveló actividad reproductiva reciente en 297 de ellos. Este hallazgo, si bien positivo, subraya la persistencia de los desafíos a los que se enfrenta la población, que aún se ve expuesta a diversos factores de riesgo.
Para contrarrestar estas amenazas, se implementaron medidas estratégicas y rigurosas. Se instalaron 166 estaciones de control de roedores (Rattusrattus), una de las principales amenazas para los huevos y polluelos del petrel. Simultáneamente, se intervinieron 950 focos de hormigas de fuego (Solenopsisgeminata), cuyas colonias representan un peligro directo para las crías.
Adicionalmente, se realizó un control exhaustivo de 15 hectáreas de mora silvestre (Rubusniveus), una planta invasora que compite con la vegetación nativa y modifica la estructura del suelo, afectando negativamente los sitios de anidación. La tecnología también jugó un papel crucial, con el uso de drones para mapeo aéreo que permitió identificar zonas prioritarias y optimizar las labores de restauración.
Estalin Jiménez, guardaparque del Parque Nacional Galápagos, compartió su perspectiva sobre el impacto de estas acciones: «Cuando logramos despejar una ladera y poco después encontramos señales de actividad del petrel, sabemos que está funcionando. Es gratificante porque no estamos solo eliminando plantas invasoras, estamos devolviendo espacio a una especie endémica que lo necesita para vivir». Sus palabras reflejan la profunda conexión y el compromiso de quienes trabajan en la primera línea de la conservación.
En paralelo, la isla Isabela fue escenario de la primera fase del Proyecto Petreles, concentrando sus esfuerzos en los sectores del volcán Sierra Negra, Cerro Grande y la caseta de control El Cura. Aquí, la combinación de levantamientos aéreos con drones y subsiguientes intervenciones terrestres se enfocó en el control de especies invasoras como la guayaba y la cedrela, que dificultan el acceso a las madrigueras de los petreles.
Las exploraciones en Isabela arrojaron la identificación de 14 nidos, de los cuales 6 mostraron indicios de anidación activa. Un aspecto fundamental de este trabajo fue la limpieza de la vegetación circundante a los nidos, facilitando la entrada y salida de los adultos reproductores y, por ende, su éxito reproductivo.
Un hito destacable de estas expediciones fue la integración de la tecnología, el trabajo de campo intensivo y la vital participación de la comunidad local de Isabela. El uso de drones no solo optimizó los recursos, sino que también permitió identificar patrones de invasión, perfeccionar la planificación y asegurar una mayor eficiencia en la recuperación de hábitats prioritarios.
La colaboración activa de los miembros de la comunidad de Isabela ha fortalecido el vínculo entre la conservación y el desarrollo local, demostrando que la protección del patrimonio natural es una responsabilidad compartida. En los próximos meses, se espera ampliar el monitoreo a otras colonias en Santa Cruz e Isabela, con el objetivo de evaluar el estado reproductivo de la especie y seguir implementando estrategias efectivas de erradicación y control de especies invasoras. (I)