
Con un llamado a fortalecer las capacidades del agro ecuatoriano desde las juventudes, se llevó a cabo el II Bootcamp “Empleo AgroJOVEN”, que reunió a 200 jóvenes de las 24 provincias del país. Durante la jornada, los participantes presentaron sus proyectos agroemprendedores y recibieron placas de reconocimiento y el distintivo Punto Azul, otorgado por el Ministerio del Ambiente por aplicar prácticas sostenibles en el manejo del agua.
“El objetivo es integrar a los jóvenes en sistemas agroalimentarios sostenibles. Ellos son los verdaderos líderes del cambio”, afirmó Danilo Palacios, ministro de Agricultura y Ganadería. Resaltó que estas iniciativas no solo fortalecen el agro, sino también las economías locales.
Desde la cooperación internacional, Gherda Barreto, representante de la FAO en Ecuador, aseguró: “La formalización abre puertas a financiamiento, innovación y mercados inclusivos. Acompañaremos a estos 200 jóvenes durante tres años para que sus emprendimientos prosperen y generen desarrollo sostenible en todo el territorio”.
Proyectos que conectaron innovación, raíces y resiliencia
Durante el Agropitching, varios jóvenes expusieron sus propuestas ante autoridades nacionales, quienes comentaron y brindaron orientaciones.
Karen Lucero, economista y fundadora de Juca, propuso un producto listo para calentar: una fundita que se transforma en tigrillo fresco. “Transformamos realidades, generamos empleo para jóvenes y madres de hogar”, dijo. Añadió que su modelo de negocio tiene una rentabilidad del 42 % y que con solo 5.000 dólares puede duplicar su producción. El ministro Palacios valoró su propuesta como ejemplo de innovación y desarrollo local: “Este tipo de ideas nos hacen creer en el potencial de la juventud rural”.
Jordan Grefa, desde la Amazonía, presentó su finca Capari Ulco, enfocada en una producción sostenible. La ministra del Trabajo, Ivón Núñez, respondió: “Ustedes deben sentirse en el momento y las condiciones adecuadas. Toda gran empresa exportadora empezó con una gran idea”.
Jennifer Naichap, integrante de la asociación Shuarnum, impulsó productos shuar con valor cultural agregado. “Cuando era niña me avergonzaba de mis raíces, ahora quiero que el mundo conozca nuestro legado”, afirmó. Su propuesta fue respaldada por Julia Angulo, secretaria de Gestión de Pueblos y Nacionalidades, quien recomendó: “Traduzcan su propuesta a la lengua shuar. Eso les dará un plus. Estos productos demuestran que hay alternativas a la minería ilegal”.
Desde la Sierra, Jair Ulgan Simabaña presentó la finca Simbaña, con más de seis décadas en producción de leche, queso y carne, basada en prácticas agroecológicas. “El campo es sacrificio, pero queremos volver con oportunidades reales”, señaló. La ministra del Ambiente, María Luisa Ruiz, celebró su compromiso: “Los que nos dedicamos a producir somos guerreros. Por eso les entregamos el Punto Azul, como símbolo de sostenibilidad”.
Un ecosistema para el futuro del agro joven
Durante el encuentro se conformó la primera Red de Jóvenes AgroEmprendedores, se realizaron capacitaciones en formalización legal y se socializaron programas estatales como la Escuela de Emprendimiento Joven Rural y la Ruta del Agroexportador. Además, se organizó la Expo AgroJOVEN, donde los emprendedores exhibieron sus productos.
Gherda Barreto de la FAO reiteró: “Con nuestra metodología de Desarrollo de Sistemas de Mercado, apoyaremos estos procesos de emprendimiento para que generen ingresos dignos, innovación y permanencia en los territorios”.
El ministro Palacios concluyó: “Estos espacios transforman no solo ideas, sino comunidades enteras. Este es el camino para un agro más justo, más fuerte y más joven”. (I)