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Quito renueva sus calles y se libera de los cables aéreos

Personal técnico colabora en el retiro de cables en desuso, parte de los trabajos de soterramiento que se ejecutan en varios puntos de la capital. Foto: Quito Informa

El paisaje urbano de la capital, conocido por su belleza y riqueza histórica, está experimentando una transformación significativa. Calles enteras que antes estaban oscurecidas por la maraña de cables aéreos en desuso, popularmente conocidos como «tallarines», ahora lucen despejadas y luminosas. La más reciente intervención, que acaba de finalizar con éxito en el sector de La Pradera, ha permitido a la comunidad redescubrir la armonía y la seguridad de sus espacios públicos.

La finalización de los trabajos de retiro de redes aéreas y limpieza de postes en este sector del norte de la ciudad marca un hito en el esfuerzo del Municipio para modernizar la infraestructura de la ciudad. El antes y el después es dramático: donde una vez los cables colgaban de forma caótica, una visión clara de los árboles, la arquitectura y los cielos de Quito se ha revelado. Esta mejora estética no es superficial, ya que está intrínsecamente ligada a la seguridad y el bienestar de los transeúntes y residentes.

Este ambicioso proyecto, que busca eliminar el cableado excesivo, tiene múltiples beneficios. La recuperación de la armonía del espacio público es evidente, pero el soterramiento de redes también fortalece la seguridad de los ciudadanos, elimina riesgos potenciales y mejora la calidad visual del entorno. Se trata de una inversión en el futuro de la ciudad, en su imagen, y en la calidad de vida de sus habitantes.

El éxito de esta iniciativa es el resultado de una meticulosa y coordinada labor entre varias entidades clave. La Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial (SHOT) ha liderado la planificación y la socialización del proyecto con las empresas prestadoras de servicios de telecomunicaciones, estableciendo un marco de trabajo colaborativo que ha sido crucial para su ejecución.

El proceso ha sido largo y detallado, comenzando con una fase de levantamiento de requerimientos por parte de las operadoras para asegurar que sus necesidades fueran consideradas en el diseño final del proyecto. Este enfoque permitió una transición fluida y eficiente, minimizando cualquier interrupción del servicio para los usuarios finales. Una vez que la SHOT tuvo listo el proyecto y emitió la licencia metropolitana urbanística lmu40a, las obras pudieron comenzar.

Con la autorización en mano, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) tomó la batuta, ejecutando los trabajos civiles necesarios para construir la canalización física soterrada. Esta red de conductos subterráneos es la columna vertebral del proyecto, permitiendo que las redes de telecomunicaciones se desplieguen bajo tierra de manera organizada y segura.

La siguiente etapa, igualmente crítica, fue la migración de redes. Las operadoras de telecomunicaciones, con un tiempo establecido en función de la densidad de red del sector, se encargaron de mover sus servicios de las viejas líneas aéreas a la nueva infraestructura soterrada. Este paso fue fundamental para garantizar la continuidad del servicio y evitar cualquier interrupción a la ciudadanía.

Una vez completada la migración, la fase final consistió en el corte y retiro de los cables en desuso. Esta labor fue llevada a cabo de forma conjunta por el personal de las mismas operadoras, junto con trabajadores de la EPMMOP y la Empresa Eléctrica Quito, quienes unieron fuerzas para desmantelar la red aérea y liberar a los postes de su pesada carga.

La Pradera es solo una de las muchas zonas incluidas en el Plan Metropolitano de Intervención. Actualmente, proyectos similares se están ejecutando en varios puntos de la ciudad, incluyendo Ajaví, 6 de Diciembre, El Inca, Cusubamba y La Prensa, demostrando el compromiso del Cabildo para eliminar de forma sistemática el cableado aéreo excesivo.

Los trabajos de limpieza del paisaje urbano no se detendrán. A fines de septiembre, se prevé el retiro de cables en la transitada avenida 6 de Diciembre, en el tramo comprendido entre la avenida Naciones Unidas y la Gaspar de Villaroel, una intervención que sin duda mejorará la apariencia y la funcionalidad de una de las arterias viales más importantes de la ciudad.

El progreso en este frente ha sido constante. Durante el año 2024, el Municipio de Quito llevó a cabo trabajos de soterramiento y retiro de cables en puntos estratégicos como la Av. Patria, el Plan Urbanístico Arquitectónico Especial San Patricio, el Sendero Seguro Calderón, el puente El Mirador, el Sendero Seguro Colón y el puente Pueblo Blanco. Estas acciones representaron un total de 13,1 kilómetros de redes de telecomunicaciones soterradas.

El ritmo de trabajo se ha mantenido en el 2025. Se ha completado el soterramiento y retiro de cables en la avenida Rodrigo de Chávez, cubriendo una distancia de 3,5 km. A esto se suman los 7,9 km de La Pradera y los 2,36 km soterrados en San Blas. La meta para fin de año es ambiciosa pero alcanzable: completar 45 kilómetros de soterramiento y retiro de cables en todo el Distrito Metropolitano de Quito. (I)

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