
Quito define hoja de ruta hasta 2034 con aportes multisectoriales
El Acuerdo Quito 2034 cerró su segundo encuentro con la adopción de la Declaración del Bicentenario, un documento que amplía los compromisos para impulsar el desarrollo social, económico, ambiental y cultural de la capital.
La resolución fue aprobada este 26 de noviembre en el Parque Bicentenario (norte de la ciudad), donde organizaciones sociales, academia, sector privado y autoridades municipales acordaron profundizar su participación en la agenda de ciudad.
El Municipio indicó que el Acuerdo Quito se ha consolidado como un mecanismo de diálogo que orienta decisiones de largo plazo y que, tras un año de implementación, ya muestra avances medibles en sus cuatro ejes.
Pabel Muñoz, alcalde de Quito, destacó que el proceso representa un cambio en la forma de planificar la capital. “La capital ecuatoriana necesita dejar de improvisar. Con este Acuerdo estamos definiendo un rumbo colectivo y responsable para los próximos diez años”, afirmó.
Según la autoridad, el involucramiento ciudadano es clave para sostener los compromisos adoptados.
“Este no es un documento simbólico; es un instrumento que guía decisiones y proyectos. Su legitimidad depende de la participación activa de todos los sectores”, señaló.
El encuentro reunió a representantes comunitarios, académicos, gremiales y empresariales, quienes compartieron experiencias, resultados y expectativas sobre la proyección del Acuerdo.
Los participantes coincidieron en que el primer año evidenció avances concretos, pero también la necesidad de ampliar el seguimiento, la comunicación permanente y la articulación interinstitucional.
Avances y voces multisectoriales
Durante el evento se presentaron casos de éxito de los cuatro ejes del Acuerdo. En el eje de erradicación de la extrema pobreza, se expuso el impacto del proyecto Canastas de la Esperanza, que beneficia a más de 1.300 estudiantes en Guamaní.
Génesis Sacón, madre de familia de la UEM Julio Enrique Moreno, relató cómo el programa ha transformado su comunidad educativa. “La Canasta Esperanza ha ayudado a muchas familias sin trabajo estable. Si trabajamos en conjunto podemos cambiar muchas vidas”, dijo.
El alcalde expresó que testimonios como este reflejan el valor de las intervenciones comunitarias. “Las políticas solo funcionan cuando llegan a las personas. Vamos a fortalecer estos proyectos para que más barrios accedan a alimentos y oportunidades”, agregó.
En el eje de seguridad humana y convivencia, la iniciativa De Vuelta al Centro destacó el rol del trabajo coordinado en el Centro Histórico.
Su representante, Ana Sevilla, explicó que el proyecto nació de la articulación entre empresas y vecinos. “Queremos llenar todos los balcones del Centro con geranios. Administramos 30.000 plantas con los vecinos; por eso es un proyecto fuerte de tejido social”, expresó.
En el eje económico, el presidente de la Alianza para el Emprendimiento e Innovación, Juan Montero, resaltó los avances en innovación. “Hace un año decidimos impulsar el ecosistema y ya tenemos el Hub de Innovación”, afirmó.
Montero señaló que el Distrito de Innovación de La Mariscal sigue en expansión y que el programa Misión Emprende 593 ha apoyado a 4.100 emprendimientos que hoy operan en el mercado.
El alcalde reconoció que el desarrollo económico depende de la innovación. “ConQuito es hoy la única entidad que entrega capital semilla. Vamos a sostener y ampliar ese impulso”, aseguró.
En el eje intercultural y ambiental, el vicerrector de la Universidad Amawtay Wasi, Fredy Simbaña, insistió en la necesidad de recuperar el río Machángara.
“El agua ahora tiene personas, universidades e instrumentos jurídicos. Estamos convencidos de que en 2040 podremos mirar el río como un símbolo de transparencia”, dijo.
También se incorporaron perspectivas sociales diversas, entre ellas la de la representante de la Coordinadora Nacional de Mujeres Negras, Irma Bautista.
“Es un acuerdo que nos permite proponer desde nuestra visión y cosmovisión. Es importante que se tomen acciones y que no todo quede en palabras”, manifestó.
Desde el sector privado, Cristina Moshenek, de Corporación DK, resaltó la necesidad de corresponsabilidad empresarial. “Ningún ejercicio de ciudad funciona sin la empresa privada. Somos el motor que dinamiza proyectos y economía”, afirmó.
El alcalde coincidió en que las alianzas público-privadas serán determinantes para la ejecución de obras estratégicas. Desde la academia, la docente de FLACSO, Isabel Ramos, recalcó el carácter democrático del proceso.
“Podemos plantear propuestas concretas sobre los sueños y esperanzas de la ciudad. La academia siempre ha aportado con política pública y diálogo”, sostuvo.
El docente de la Universidad Andina Simón Bolívar, Ramiro Ávila, llamó a pensar en la ciudad desde la sostenibilidad. “Quito debe pensarse como un bosque: interconectado. Ojalá sea una ciudad para peatones y ciclistas; ya no aguanta más autos”, reflexionó.
El alcalde afirmó que el componente ambiental será reforzado. “La recuperación de ríos, quebradas y espacios públicos será una prioridad en 2026”, indicó.
Declaración del Bicentenario: compromisos y hoja de ruta
La Declaración del Bicentenario recoge los acuerdos alcanzados durante el encuentro y define compromisos para 2025 y 2026.
El documento respalda los avances del primer año del Acuerdo Quito y llama a fortalecer la participación de adherentes, los mecanismos de evaluación y los espacios de diálogo.
Entre los compromisos figuran ampliar iniciativas para combatir el hambre, fortalecer la economía popular, promover el turismo comunitario y facilitar acceso al trabajo para poblaciones vulnerables.
En materia económica, la Declaración plantea incrementar financiamiento para innovación, densificar centralidades urbanas, consolidar proyectos de infraestructura y priorizar la gastronomía local en 2026.
En seguridad humana, establece metas para mejorar seguridad ciudadana, reducir siniestros viales, recuperar espacio público y combatir la violencia de género con acciones simbólicas y directas.
En el eje ambiental, prevé acelerar proyectos de saneamiento de ríos, fortalecer la conservación de ecosistemas y promover movilidad sostenible con reducción del uso del automóvil.
La Declaración también saluda la incorporación de nuevos adherentes al Acuerdo, lo que —según los organizadores— confirma su pertinencia y aceptación ciudadana.
El alcalde enfatizó que estos compromisos representan un pacto de responsabilidad histórica.
“Estamos construyendo un acuerdo que no depende de una administración, sino de una visión compartida. Quito merece continuidad y altura en las decisiones”, afirmó.
El Municipio indicó que en las próximas semanas se sistematizarán las propuestas para incorporarlas en la planificación municipal. Los organizadores afirmaron que el Acuerdo Quito seguirá funcionando como un espacio plural de estrategia urbana.
Y recalcaron que la participación activa será determinante para que el Acuerdo alcance resultados sostenibles en la próxima década. (I)
Fuente: Quito Informa