
El Teatro Scala, en el corazón del concurrido Scala Shopping de Cumbayá, se vistió de gala la noche del miércoles 26 de marzo de 2025 para recibir un espectáculo que prometía ser inolvidable: «Forever Tango». Y vaya que lo fue. En una hora y media compuesta de 20 temas (unos en solo y otros con coreografía) se desplegó el talento por todo lo alto. La magia del tango argentino, en su máxima expresión, inundó el recinto, dejando al público extasiado y con ganas de más. «Es un baile elegante, y sensual. Adoro el estilo de las mujeres elegantes», opinó Andrea Utreras, quien vino acompañada de su esposo.
Desde horas antes del inicio, la expectación se palpaba en el ambiente. El elegante vestíbulo del teatro se convirtió en un hervidero de emociones, donde se mezclaban los nervios por la espera con la emoción de presenciar un espectáculo de renombre internacional. El público, ataviado con sus mejores galas, comentaba con entusiasmo sobre la trayectoria de «Forever Tango», un show que ha conquistado escenarios de todo el mundo.
Cuando el telón se alzó, la magia comenzó a fluir. La orquesta, compuesta por seis músicos virtuosos (piano, chelo, dos chelos, dos acordeones y un violín), inundó el teatro con las melodías nostálgicas y apasionadas del tango. Cada instrumento pinceló notas perfectas que abrigó la pasión de los movimientos de cada artista. Las notas finales de las melodías se cerraban con un spotlight en las hermosas artistas, lo que arrancó los aplausos de los asistentes, que llenaron el Teatro.
Los bailarines, con su elegancia y sensualidad, se apoderaron del escenario, narrando historias de amor, desamor y pasión a través de sus movimientos. Cada paso seguidos por los espigados muslos de las sensuales bailarinas; cada mirada, cada abrazo, transmitían la esencia misma del tango: un sentimiento que se baila, una historia que se cuenta en tres minutos.
El público quedó hipnotizado por los cuerpos esbeltos de los galanes que frotaban ligeramente las cinturas y caderas de sus damas. Cada compás acompañó el movimiento y la pasión cuando las pelvis se fusionaban en los pasos marcados por los acordes del violín.
«Forever Tango» demostró que el tango es mucho más que una danza, es un sentimiento que se baila, una historia que se cuenta en cada paso, una pasión que se vive con el alma.
Un éxito rotundo y una historia que trasciende fronteras

El éxito de «Forever Tango» en Cumbayá no fue una sorpresa. El espectáculo, creado y dirigido por el talentoso Luis Bravo, cuenta con una trayectoria de más de tres décadas, durante las cuales ha cosechado premios y elogios de la crítica internacional. Su debut en Broadway en 1997 marcó un hito en la historia del tango, consolidándolo como uno de los espectáculos más aclamados del género.
La historia de «Forever Tango» se remonta al siglo XIX, cuando el tango nació en los barrios marginales de Buenos Aires, como expresión de la melancolía y la pasión de los inmigrantes europeos. Su creador, Luis Bravo, un músico clásico argentino, supo capturar la esencia de este género y plasmarla en un espectáculo que trasciende fronteras y generaciones.
«El tango es un sentimiento que se baila. Una historia que se cuenta en tres minutos. Es apasionado, melancólico, tiene ternura y violencia, se baila con alguien, pero es tan interno que lo bailas solo, dos intenciones que van juntas. Más que sólo una danza, el tango es música, drama, cultura, una forma de vida», afirma Bravo, quien se mostró emocionado por la cálida acogida del público ecuatoriano. (I)



