
La Embajadora de Rumanía en Perú, Camelia Ion Radu, llegó a Quito para asistir a la posesión del presidente Daniel Noboa. En su cuarta visita a Ecuador, reafirma el compromiso de su país con el fortalecimiento de los vínculos bilaterales. Pero además de la diplomacia, hay algo que la cautiva profundamente: las frutas ecuatorianas, especialmente las naranjas, y una bebida andina que no puede dejar pasar: el canelazo.
Embajadora, ¿cuál es el motivo principal de su visita a Ecuador?
Estoy en Quito para representar al presidente de Rumanía y a nuestro gobierno en la ceremonia de posesión del presidente Daniel Noboa. También me reúno con autoridades ecuatorianas para fortalecer nuestras relaciones bilaterales.
¿Cómo vive usted esta ceremonia tan simbólica?
Con mucho honor. Participo junto a embajadores europeos en varios actos oficiales. La ceremonia en la Asamblea y el saludo presidencial en Carondelet permiten reafirmar nuestra cooperación con Ecuador.
¿Tiene oportunidad de conversar con el presidente Noboa?
Sí, en el saludo presidencial conversamos brevemente. Le reiteré nuestro interés en colaborar en áreas como energía nuclear y renovables, donde Rumanía tiene experiencia.
¿Por qué Rumanía puede ser un aliado estratégico en temas energéticos?
Somos pioneros en energía nuclear y mini centrales. Además, entre el 50% y 70% de nuestra energía es renovable. Podemos compartir esa experiencia con Ecuador.
¿Y en materia de seguridad?
La lucha contra el narcotráfico es una prioridad. Rumanía y otros países europeos estamos dispuestos a cooperar con Ecuador en esta área crítica.
¿Cómo describiría las relaciones entre Rumanía y Ecuador?
Contamos con 57 años de relaciones diplomáticas. Hemos promovido becas, comercio y cultura. Varios ecuatorianos se han formado en Rumanía y eso nos enorgullece.
¿Qué logros destaca de la cooperación educativa?
Hemos ofrecido becas a estudiantes ecuatorianos que hoy son profesionales clave en su país, incluso exministros. Apostamos a seguir formando jóvenes para el desarrollo.
¿Qué recibe Rumanía a cambio en ese intercambio?
Además del conocimiento mutuo, disfrutamos productos ecuatorianos de excelente calidad como frutas, café, cacao y chocolate. También ganamos en diversidad cultural.
¿Qué frutas ecuatorianas le gustan más?
¡Las naranjas! Desde que llego no paro de comerlas. También el mango y el plátano. Son productos deliciosos y de gran calidad.
¿Qué productos ecuatorianos ve con mayor potencial en su país?
El café y el chocolate, sin duda. Pero también frutas como el plátano y las naranjas. Hay mucho interés en productos naturales en Europa.
¿Qué papel juega Rumanía en la UE con respecto a América Latina?
Somos una nación latina. Eso nos acerca culturalmente. Rumanía siempre apoyará a Ecuador en su diálogo con la Unión Europea.
¿Cómo promueven la cultura rumana en Ecuador?
Con conciertos, semanas de cine, seminarios, intercambios académicos. Pese a ser concurrentes, organizamos muchas actividades en Quito y Guayaquil.
¿Cuál es el mensaje que desea transmitir al pueblo ecuatoriano?
Que nuestras relaciones son fraternas. Compartimos valores democráticos y el respeto por el derecho internacional. Hay muchos proyectos por venir.
¿Qué le gusta más de Quito en lo personal?
Su historia, arquitectura, gente amable… y por supuesto, su gastronomía. El canelazo es una bebida que me encanta desde la primera vez que vine.
¿Qué otros sabores ecuatorianos le han sorprendido?
El pescado, las sopas, las legumbres… todo lo que pruebo aquí es sabroso. Ecuador tiene una cocina muy rica y variada.
¿Tiene previsto impulsar más proyectos de cooperación universitaria?
Sí. Buscamos expandir los acuerdos entre universidades. Ya hemos trabajado en temas como el ecosistema marino y queremos ampliar a otros campos científicos.
¿Cuál ha sido su experiencia al visitar diferentes regiones del Ecuador?
He tenido la oportunidad de conocer distintas ciudades. Cada una tiene una identidad muy marcada, pero todas comparten una calidez especial en su gente.
¿Cómo percibe el interés de los jóvenes ecuatorianos por estudiar en Rumanía?
Muy alto. Recibimos solicitudes cada año. Rumanía ofrece formación de calidad, y para los estudiantes ecuatorianos es una experiencia intercultural muy enriquecedora.
¿Qué temas quiere reforzar con el alcalde de Quito si se concreta esa reunión?
Queremos hablar de cooperación en temas urbanos, movilidad sostenible y gestión patrimonial. Quito tiene un centro histórico magnífico que merece apoyo internacional.
¿Qué la motiva personalmente a seguir promoviendo lazos entre Ecuador y Rumanía?
La convicción de que la diplomacia construye puentes reales. Cuando veo que un estudiante regresa a su país transformado, o que una idea cultural se materializa, sé que vale la pena.
Con una sonrisa franca y una mirada de entusiasmo, Camelia Ion Radu deja claro que las relaciones entre Ecuador y Rumanía no solo se construyen con tratados y reuniones, sino también con afecto, admiración mutua y el gusto por lo auténtico. Porque para esta embajadora, la diplomacia también tiene sabor… y en Ecuador, ese sabor es de naranja fresca y canelazo caliente. (I)