viernes, julio 4, 2025
InicioMedio Ambiente y EcosistemasPesca de langosta en Galápagos prioriza la conservación del mar

Pesca de langosta en Galápagos prioriza la conservación del mar

Guardaparques de la DPNG inspeccionan meticulosamente cada langosta desembarcada, la ciencia guiando cada medición para proteger el futuro del recurso. Fotos: Cortesía

La Reserva Marina de Galápagos, joya de la biodiversidad mundial, da la bienvenida a una nueva temporada de pesca de langosta espinosa, un evento que marca el pulso económico de sus comunidades pesqueras. Desde las 7:30 de la mañana de este martes 1 de julio, las embarcaciones artesanales tienen permiso para buscar la codiciada langosta roja (Panulirus penicillatus) y langosta verde (Panulirus gracilis), en una campaña que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2025.

La Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) oficializa esta apertura, cimentada en la Resolución Nro. 0036 y el calendario pesquero quinquenal 2023-2027. Este marco regulatorio no solo permite la actividad, sino que la encuadra dentro de un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. La pesca de langosta, un motor vital para la economía local, se mantiene exclusivamente en manos del sector pesquero artesanal de las islas, reforzando el arraigo de esta actividad con sus habitantes.

La decisión de iniciar esta temporada no es fortuita. Detrás hay un meticuloso proceso de análisis y colaboración. La DPNG se sienta a la mesa con representantes de las cooperativas pesqueras de San Cristóbal, Santa Cruz e Isabela, en un diálogo constructivo donde la ciencia y la experiencia local se entrelazan.

En esta crucial reunión, se desglosan indicadores técnicos recientes, como la Captura por Unidad de Esfuerzo (CPUE) de 2024, la tasa de mortalidad de la langosta y sus índices de reproducción. A esto se suman datos históricos de monitoreo poblacional, pintando un cuadro detallado y preciso del estado de las poblaciones de langosta en las aguas galapagueñas. Este enfoque basado en la evidencia es la piedra angular de una gestión pesquera responsable.

El resultado de este exhaustivo análisis es claro: si bien no se fija una cuota de captura para esta temporada, la pesquería opera bajo un escrupuloso control técnico y normativo. Esto significa que cada langosta que sube a bordo es parte de un monitoreo constante, asegurando que la extracción no supera la capacidad de recuperación del ecosistema.

María Auxiliadora Farías, directora del Parque Nacional Galápagos, articula la esencia de esta colaboración: “Trabajamos de la mano con el sector pesquero artesanal para tomar decisiones basadas en ciencia, en favor de una actividad sostenible”. Sus palabras resuenan con la visión de un futuro donde la prosperidad económica y la salud ecológica no solo coexisten, sino que se refuerzan mutuamente.

Farías subraya la interconexión vital: “La conservación de este recurso protege la biodiversidad y asegura el futuro económico de quienes dependen de la pesquería”. Es un recordatorio de que la langosta no es solo un producto de mercado, sino un eslabón fundamental en la cadena de vida marina y en el sustento de las familias galapagueñas.

Para garantizar la perennidad del recurso, se mantienen en vigor medidas de manejo estrictas. La captura de hembras ovadas —aquellas con huevos— está terminantemente prohibida, un pilar fundamental para proteger la reproducción y asegurar las futuras generaciones de langostas.

Igualmente, se exige el respeto a las tallas mínimas de captura: 26 centímetros para langostas enteras y 15 centímetros para las colas. Estas regulaciones permiten que los individuos alcancen la madurez reproductiva antes de ser extraídos del medio, contribuyendo a un ciclo de vida saludable.

La vigilancia es implacable. Guardaparques del Parque Nacional Galápagos despliegan controles en los muelles autorizados, operando en turnos de 7:30 a 12:30 y de 15:00 a 18:00. Su presencia es clave para asegurar el cumplimiento de la normativa y desalentar prácticas ilegales.

Inspección de langostas.

La DPNG también lanza un llamado a la conciencia ciudadana. Se insta a los consumidores a ser cómplices de la conservación: evitan la compra de langostas por debajo de la talla mínima o que presentan huevos, contribuyendo así a la presión sobre el recurso.

Además, la DPNG enfatiza la importancia de exigir el certificado de monitoreo. Este documento es la credencial que garantiza la legalidad del producto y protege a los pescadores de posibles sanciones, promoviendo una cadena de comercialización transparente y responsable.

Finalmente, en un compromiso continuo con la gestión integral de los recursos marinos, se establece una veda para el langostino (Scyllarides astori), conocido localmente como “langosta china”. Esta veda se extiende desde el 1 de julio de 2025 hasta el 28 de febrero de 2026, ofreciendo un respiro crucial para la recuperación de esta especie. (I)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Video Prefectura

LO MÁS LEÍDO