
La supervivencia de la enigmática iguana rosada de Galápagos (Conolophus marthae) recibió un impulso significativo con el reciente descubrimiento de dos crías recién nacidas en las remotas laderas del volcán Wolf. Este hallazgo, en la isla Isabela, representa una señal esperanzadora sobre la capacidad reproductiva natural de la especie, considerada una de las más singulares del archipiélago.
El avistamiento ocurrió durante una expedición crucial realizada en 2025, un esfuerzo conjunto entre guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y científicos de Galápagos Conservancy. El equipo de conservación se adentró en esta zona de difícil acceso, evidenciando un compromiso inquebrantable con la vigilancia de esta población vulnerable.
Esta es la segunda misión técnica del año, parte de un monitoreo constante que busca entender y proteger a la especie. Las extenuantes jornadas implicaron caminatas por terrenos complejos hasta la cumbre del volcán, donde se desplegaron diversas herramientas de investigación.
Los expertos emplearon una combinación de cámaras trampa para el registro no intrusivo y métodos manuales, como la toma de medidas morfométricas. Además, se realizó una evaluación minuciosa de posibles áreas de anidación.

Christian Sevilla, director del Parque Nacional Galápagos, enfatizó la importancia del descubrimiento. Afirmó que el hallazgo de las crías valida la eficacia de las actuales estrategias de monitoreo y manejo adaptativo implementadas.
Según Sevilla, estos nuevos datos son fundamentales para comprender la dinámica poblacional de la iguana rosada. Subrayan, además, la necesidad imperativa de mantener una investigación sistemática.
El director de la DPNG también destacó la relevancia de continuar los esfuerzos de control de amenazas. Asimismo, remarcó la importancia de fortalecer las capacidades técnicas del personal de conservación.
Todo esto, añadió Sevilla, es crucial para asegurar la supervivencia a largo plazo de esta especie emblemática. La resiliencia de la iguana rosada, a pesar de los desafíos ambientales, inspira un renovado compromiso conservacionista.
James Gibbs, vicepresidente de ciencia y conservación de Galápagos Conservancy, manifestó un sentir similar. Declaró que este logro demuestra que la naturaleza aún «está luchando» por su existencia.
Gibbs, con un tono de urgencia, recordó que las amenazas sobre la especie aún persisten. «Cada cría cuenta», sentenció, enfatizando el valor individual de cada nuevo nacimiento para la población.
El experto de Galápagos Conservancy recalcó que la conservación de la iguana rosada trasciende las fronteras geográficas. No es solo una cuestión de Galápagos, sino una «responsabilidad global» que nos atañe a todos.
Las próximas acciones planificadas incluyen la intensificación del monitoreo con cámaras trampa en la zona. También se prevé una evaluación detallada de cómo interactúa la iguana rosada con otras especies de iguanas presentes en el mismo hábitat.

Adicionalmente, se fortalecerán las estrategias de manejo adaptativo ya existentes. Estas tareas forman parte integral del Plan de Conservación y Manejo de la Iguana Rosada (Conolophus marthae) para el período 2021-2027.
Este plan es liderado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos. Cuenta con el respaldo fundamental de aliados estratégicos.
Entre estos socios se encuentran Galápagos Conservancy, Fundación Jocotoco y la Universidad Tor Vergata de Italia. Su colaboración reafirma el valor incalculable de la cooperación internacional para salvaguardar el inestimable patrimonio natural de las islas. (I)