
Representantes del sector cooperativo ecuatoriano exigieron la derogación de una disposición legal que obligaría a sus entidades a transformarse en sociedades anónimas, medida que consideran inconstitucional y regresiva.
Reunidos en Quito, líderes de las cooperativas de ahorro y crédito, junto a la Asociación de Organismos de Integración del Sector Financiero Popular y Solidario (ASOFIPSE), manifestaron su rechazo a la Disposición Transitoria Décimo Primera de la Ley Orgánica de Integridad Pública, publicada el 25 de junio de 2025.
Según explicaron, esta normativa abriría la puerta para que cooperativas consolidadas y con identidad comunitaria sean forzadas a adoptar el modelo bancario, eliminando sus principios de solidaridad, democracia participativa y pertenencia territorial.
“Las cooperativas no son bancos. Son organizaciones de personas, no de capitales”, expresó con firmeza el director ejecutivo de Asofipse, Juan Pablo Guerra, durante una rueda de prensa.
Una reforma sin diálogo ni participación

Desde ASOFIPSE se denunció que la disposición fue aprobada en tiempo récord, sin transparencia ni consulta al sector. “Se lo hizo en menos de cinco días y no se nos permitió intervenir”, aseguró Guerra.
El abogado de la asociación, André Benavides, precisó que se ha presentado una demanda de inconstitucionalidad y una solicitud de medida cautelar ante la Corte Constitucional, para impedir que la disposición entre en vigencia.
“Viola el derecho a la libre asociación, protegido por el artículo 321 de la Constitución. Nadie puede ser obligado a dejar de ser cooperativista y transformarse en sociedad anónima”, argumentó.
Los líderes cooperativos recordaron que representan a más de seis millones de socios en todo el país, lo que equivale al 30% del sistema financiero nacional.
Recalcaron que el modelo cooperativo ha sido fundamental para brindar servicios financieros a sectores históricamente excluidos por la banca tradicional.
Llamado urgente al Ejecutivo y a la Corte

Como parte de sus resoluciones, ASOFIPSE solicitó al presidente Daniel Noboa abrir un canal formal de diálogo directo con el sector financiero popular y solidario.
Además, pidieron a la Corte Constitucional priorizar su demanda dada la inminente entrada en vigencia de la norma. La posesión de la nueva Junta de Política Monetaria y Financiera, que deberá emitir la regulación respectiva, está prevista entre julio y diciembre.
“Si la medida cautelar no se aprueba a tiempo, se podría identificar qué cooperativas deben transformarse desde enero del próximo año”, advirtió Benavides.
Para los dirigentes, esta imposición pondría en riesgo la gobernanza democrática del sector, ya que, al convertirse en sociedades de capitales, el poder se concentraría en quienes tengan mayor inversión, y no en cada socio por igual.
“Pasaríamos de 50 socios con voz y voto a accionistas con poder proporcional al dinero que pongan. Eso rompe nuestra esencia”, explicó Guerra.
Unidad, resistencia y movilización
La reacción de los socios, según los representantes, ha sido de unidad y respaldo. Se han realizado asambleas y encuentros para socializar los alcances de la norma y fortalecer la defensa del modelo cooperativo.
“No queremos generar pánico financiero, pero sí alertar sobre una amenaza real a la estructura solidaria construida durante décadas”, enfatizó Guerra.
Indicaron que muchas cooperativas ya han recibido expresiones de apoyo por parte de organizaciones internacionales, académicas y de otros sectores de la economía popular y solidaria.
Asofipse también ha activado vocerías locales para mantener informadas a las bases, coordinar estrategias jurídicas y reforzar su presencia territorial.
En caso de que la Corte no actúe con celeridad, el sector analiza movilizaciones a nivel nacional, aunque su prioridad actual es institucional y legal.
Los líderes enfatizaron que seguirán apostando por la transparencia, la regulación adecuada y el cumplimiento de principios éticos, pero sin aceptar una transformación forzada de su razón de ser. “La defensa será irrestricta. No renunciaremos a lo que somos”, concluyeron. (I)