Los memes en las redes sociales se usan generalmente para describir de manera graciosa una situación en particular. Se han convertido en la expresión recurrente de la burla pintoresca de la sociedad.
Se tratan de textos, imágenes, videos u otros elementos que se difunden muy rápidamente, que son modificados con ánimo de broma, relatan los afectos o desafectos de la gente y enmarcan una crítica profunda en tono de resignación. Fue Dawkins el primero en utilizar el término meme en su libro “El gen egoísta” -de 1976-, para referirse a la unidad mínima de información aprendida o asimildada de fuente cultural que no se transfiere genéticamente.
Proviene del gregio mimema que hace relación a lo que es imitado. Y en el diario convivir es una expresión más de la filosofía popular. En fin, el meme puede ser considerado la expresión de indignidad de un pueblo que resignado prefiere reír antes que llorar.
En Ecuador, los presidenciales son un meme… Un candidato a la máxima dignidad del Estado debería ser reconocido por sus propuestas: un plan estructurado que establezca lo que piensa hacer y describa el cómo piensa ejecutarlo; un eje programático con el cual el elector pueda razonablemente identificarse. Pero aquí no ocurre aquello.
No se conocen los planes de los presidenciables y ellos mismo muestran muy poco interés en darlos a conocer. Ciertamente, el nivel de atención y exigencia de los electores nacionales tampoco se encamina en esa línea y resulta notablemente preocupante que los candidatos busquen imponerse en la retina de los electores visitiéndose de viudas, repitiendo canciones populares en sus dicursos o denunciado haber sido escopolaminados en medio de uno de los debates. Tristemente, la propuesta de mayor recordación es el ofrecimiento de una brutal borrachera en Carondelet el primer día de gobierno.
La ridiculización de la lid electoral es consecuencia del vaciamiento político de la sociedad. El desinterés ciudadano y el alejamiento de la comunidad de los espacios partidistas ha sido el detonante del estado de incertidumbre electoral que estamos viviendo: las autoridades electorales, el proceso, los resultados, los candidatos, las propuestas, en fin… todo está en duda.
Lo único cierto es el relajo que estamos atravesando y los memes de los candidatos que grafican el bajísimo nivel -casi nulo- de discusión y conciencia política. La ilegitimidad del presente proceso electoral parece lo único indiscutible. Tal como indica el meme: “nunca espero nada de ustedes y aún así logran avergonzarme”. (O)
