viernes, noviembre 14, 2025
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Presupuesto 2026: el espejismo de un Estado que gasta más de lo que puede sostener

Por Carlos Rabascall

El presidente Daniel Noboa presentó a la Asamblea Nacional la proforma presupuestaria del Estado para 2026, por USD 46.255 millones, un 13% más alta que la de 2025. El discurso oficial busca transmitir optimismo: más recursos para salud, educación y programas sociales. Sin embargo, detrás de las cifras se oculta una realidad preocupante: la economía ecuatoriana sigue sin un rumbo claro y con una estructura fiscal insostenible. El presupuesto revela tres debilidades estructurales: dependencia excesiva de ingresos no permanentes, alta presión de la deuda pública, y ausencia de una planificación de desarrollo a mediano y largo plazo.

Ingresos: un equilibrio frágil entre lo permanente y lo eventual

La proforma estima USD 30.121 millones en ingresos totales, de los cuales apenas el 46,9% son permanentes, mientras que el 18,3% provienen de ingresos de capital y el 34,8% (USD 16.105 millones) corresponde a financiamiento, es decir, nueva deuda. Más de un tercio del presupuesto nacional se sostiene con recursos que no se repetirán el próximo año.

“Un presupuesto que depende en más de un 30% de ingresos no permanentes no es sostenible.” – Fausto Ortiz

Egresos: crece el gasto social, pero cae la inversión productiva

El gasto en salud sube de USD 5.136 millones en 2025 a 5.840 millones en 2026, y educación aumenta de USD 5.287 millones a 5.984 millones. Sin embargo, la inversión pública se reduce a USD 1.764 millones, afectando la capacidad del Estado de generar empleo y productividad.

“No se puede construir futuro solo con gasto corriente. Un Estado que deja de invertir, deja de crecer.” – Carlos de la Torre

La deuda: la pesada mochila fiscal del 2026

El servicio de la deuda asciende a USD 12.820 millones, equivalente al 27,7% del gasto total y al 42,5% de los ingresos reales. Esto significa que de cada 10 dólares recaudados, más de 4 se destinan al pago de deuda.

“Se está financiando deuda con deuda, sin generar activos productivos que compensen el pasivo.” – Mauricio Pozo

El IESS: un riesgo doble

El IESS enfrenta un déficit estructural: en 2025 gastó USD 2.180 millones en salud, pero solo recaudó USD 1.563 millones. Además, el Estado mantiene atrasos superiores a USD 2.000 millones en aportes patronales, mientras el IESS financia al Gobierno comprando bonos del Tesoro.

“El IESS está financiando al mismo Estado que le debe, creando un círculo vicioso que pone en riesgo la sostenibilidad del sistema.” – Marcos Flores T.

Ejecución presupuestaria y GADs

En 2025 varios ministerios no alcanzaron ni el 70% de ejecución de sus recursos, lo que refleja falta de planificación y control. Los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs) también enfrentan atrasos en transferencias, con pagos reportados de USD 97 millones, de los cuales USD 80 millones fueron para los GAD.

Un presupuesto sin dirección de desarrollo

El Presupuesto 2026 carece de una estrategia de desarrollo nacional que articule objetivos económicos, sociales y productivos a corto, mediano y largo plazo. Ecuador sigue operando con presupuestos anuales reactivos que buscan resolver coyunturas más que construir futuro.

“El Ecuador no tiene una hoja de ruta económica. Cada año se hace un presupuesto para sobrevivir, no para crecer.” – Mauricio Pozo

Conclusiones

El Presupuesto 2026 refleja un Estado que gasta más de lo que produce, depende de ingresos no permanentes y destina casi la mitad de sus ingresos a pagar deuda. La inversión pública se reduce y la baja ejecución limita el impacto del gasto social. Sin un plan de desarrollo sostenible, el país seguirá atrapado en el ciclo del endeudamiento.

Previsiones para la economía interna

• Para los ciudadanos: la presión fiscal y el bajo dinamismo económico afectarán el empleo formal y los salarios reales. • Para los sectores productivos: la incertidumbre y los atrasos del Estado limitarán la inversión y la competitividad. • Para los Gobiernos Autónomos Descentralizados: las transferencias tardías restringirán su papel como dinamizadores de la economía local.

Reflexión final

Sin una estrategia que vincule el presupuesto a un proyecto nacional de desarrollo sostenible, Ecuador continuará administrando su presente sin construir su futuro. El verdadero desafío no es aprobar un presupuesto más grande, sino tener un plan de país que use los recursos con visión, disciplina y resultados.

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