Al ver esta afirmación muchos se preguntarán qué tiene que ver la inflación, que es un tema económico, con la obesidad, que es un tema completamente asociado a la salud. Pues, para lo expertos tiene todo que ver. Y es que, diversos estudios han demostrado que a medida que aumenta la incapacidad económica para obtener alimentos también aumenta con ello los niveles de obesidad.
La realidad es que la inflación es una ola que le está dando la vuelta al mundo y que golpea cada vez más fuerte en las costas de la canasta familiar. En Ecuador la cifra de inflación se elevó hasta el 3.1%.
Es así que los productos básicos son cada vez más costosos y más inasequibles para las familias, razón por la cual las listas de compras son repensadas y, sin darse cuenta, antes de tomar la bolsa para salir a hacer el mercado, aquel espacio reservado para los huevos, carnes, verduras y cereales lo han perdido las familias con embutidos, salchichas, hojuelas azucaradas y demás.
En palabras de Xènia Sinfreu, investigadora y docente de la Universitat Carlemany, universidad online internacional, “Debido a la inflación las personas pierden su capacidad adquisitiva y los productos frescos y saludables, que son los primeros en subir de precio, pues, son reemplazados por productos más económicos pero de menor calidad nutricional, comidas precocidas, altas en azúcares, sales, sodio, grasas trans y todos los mejores amigos de la tensión arterial, la diabetes y toda clase de enfermedades cardiovasculares”.
Y es que, sin ser muy evidentes, los profesionales de salud ven con terror como la inflación amenaza con arrasar con sus esfuerzos para alcanzar las diferentes metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible -ODS- 3 Salud y Bienestar, en especial las metas asociadas con la mortalidad en la población.
La Organización Panamericana de la Salud -OPS- plantea que, en la región de las Américas, aproximadamente, 2 millones de personas mueren a causa de las enfermedades cardiovasculares. El Programa Mundial de Alimentos en Ecuador dice que uno de cada 10 niños menores de cinco años sufre de sobrepeso y que en los adultos, la cifra incluso puede llegar hasta el 60% en provincias como El Oro, Los Ríos o Guayas.
La directora del Centro de Investigación de Prevención del Instituto de Investigación y Políticas de Salud de la Universidad de Illinois Chicago (UIC) Lisa Powell, es una las investigadoras más influyentes en todo el mundo en los temas de economía y salud y en sus investigaciones ha demostrado como los precios de los alimentos están directamente relacionados con la obesidad.
Por estas razones la investigadora de la Universitat Carlemany recomienda prestar atención a esa lista de compras y en la medida de lo posible preferir hacer el esfuerzo económico para seguir adquiriendo productos saludables y frescos y recomienda ahorrar en otros aspectos de la vida.
“La verdad es que todo lo que invirtamos en salud ahora mismo veremos sus repercusiones en 10 años, es decir, si yo ahora no me cuido, no como bien, no tengo una alimentación saludable, igual ahora no notaré estos efectos, pero en 10 años sí, y en ese punto ya es muy difícil de retroceder. Entonces hacer un poco de inversión para en el largo plazo poder tener una calidad de vida, afirmó la nutricionista.