Ecuador marcó números rojos en torno a la siniestralidad vial. Según cifras de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) en ese período se reportaron 20.994 siniestros viales. De esas cifras, 18.605 personas resultaron heridas, mientras que 2.373 fallecieron en el sitio del siniestro.
En comparación con 2022, la cifra representa un aumento del 7,76% en los accidentes viales. De estos incidentes, tres de cada 10 involucraron a motos y cinco de cada 10 fallecidos fueron motociclistas.
«Las motos llegaron para quedarse, pero es necesario crear una educación vial», expresó Roy Rojas, director de Proyectos del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), en Costa Rica.
La Quinta jornada Iberoamericana de Seguridad Vial, organizada por la Fundación Cavat – Nicole Paredes, se enfocó en el uso adecuado de las motos del país.
Las cifras sobre el uso de este medio de comunicación ponen en alerta que existe alta siniestralidad en las vías de Ecuador: el 28.4% de los vehículos registrados en el país es motocicleta.
Rojas advierte que la misma tendencia se manifiesta en América Latina. Según la Tasa de Motorización de la Región de las Américas, en los últimos años, la tasa de vehículos se incrementó en un 14%, mientras que de las motos fue del 50%.
La tendencia de siniestros que involucran las motos aumenta los fines de semana, alcanzando entre el 18.4% y el 20.1%, mientras que de lunes a viernes oscila entre el 11.3% y el 13.4%.
Mauricio Calahorrano, representante de Escuela de Motos, reconoce que los conductores tienden a tomar clases de seguridad vial, después de sufrir un accidente, lo que evidencia que existe poca conciencia por parte de los conductores.
Las cifras son coherentes con esas conductas. Entre las principales causas de siniestros en motos están el exceso de velocidad (28.4%), maniobras temerarias e imprudentes (23.2%) y rebasar por lugares no permitidos (17.6%).
El índice de accidentes de motos es más alto en la región de la Costa. Las 10 provincias con mayor tasa de siniestros por cada 10.000 motociclistas son: Santo Domingo de los Tsáchilas (8,7%), Guayas (7.6%), Los Ríos (7%), Santa Elena (6,3%), El Oro (5.1%), Azuay (4,6%), Tungurahua (3,5%), Pichincha (3,3%) y Cañar (2,5%).
Soraya Herrera, directora de Fundación Cavat, señaló la necesidad urgente de ejecutar políticas especificas para mejorar la seguridad vial. Añadió que las cifras cobran relevancia debido al aumento de motos en circulación.
En ese criterio coincide Christian Barreiros, delegado de la Policía Nacional, quien indicó que en 2023 se matricularon 3’065.967 motos. La tendencia se mantiene en alza debido a que este medio de transporte tiene bajos costos económicos en mantenimiento y en parqueo.
Sin embargo, Barreiro advirtió que los conductores no tienen conciencia y conocimiento de que este vehículo demanda gran responsabilidad. De ahí que el agente mencionó que el 52% de motociclistas involucrados en accidentes fallece.
Omitir el uso del casco incrementa las muertes
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de casco de seguridad homologados puede reducir el riesgo de lesiones fatales entre un 28% y un 64% y lesiones en la cabeza entre un 58% y un 60%.
En Ecuador, de acuerdo a una encuesta presentada por Cavat, el 77.33% de usuarios de este medio de transporte afirma usar el casco correctamente y manifiesta conocer de forma consciente sobre la importancia del casco. No obstante, un 15.31% admite no usar casco.
La encuesta también advierte que los motociclistas adquieren cascos de menor valor, por lo tanto, son menos seguros para proteger de un accidente. El 47.6% de los encuestados utiliza cascos que cuestan entre $ 21 y $ 50, seguido por un 24.8% que opta por dispositivos entre $ 51 y $ 100.
Calahorrano sugirió como medida que se reduzcan los aranceles en los costos de estos artefactos, ya que la seguridad no debería tener un valor.
Andrea Flores, coordinadora local de la Iniciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global, reiteró que el uso de cascos puede reducir las muertes en un 42%. De ahí la importancia de las normas que obligue a los usuarios este dispositivo, pero todo ello se alcanza con educación vial.
Herramienta de trabajo
Dentro de la Encuesta efectuada por Cavat, también se conoció que un 74.6% de los encuestados utilizan su moto todos los días como herramienta de trabajo.
Rojas mencionó la importancia de que las instituciones laborales reglamenten el uso de las motos, para mejorar el uso de ese medio de transporte. «Los estados tienen una gran responsabilidad de fiscalizar el uso de las motos y, sobre todo, fortalecer la capacitación para la conducción», reiteró.
Barreiro reiteró que existe la Ley Orgánica de Tránsito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial. Sin embargo, todavía no existe un reglamento que permita una aplicación efectiva de la norma. (I)