
El Ministerio de Salud Pública (MSP) y la comunidad estudiantil realizaron una serie de actividades para concienciar sobre los riesgos del consumo de tabaco, en conmemoración del Día Mundial contra el Tabaco, celebrado el 31 de mayo. La iniciativa busca frenar las crecientes tasas de tabaquismo entre los jóvenes, principalmente en las edades de 13 a 15 años.
El evento contó con la participación de más de 900 estudiantes del Colegio San Francisco de Quito, donde las autoridades sanitarias resaltaron los efectos nocivos y a largo plazo del tabaquismo. Janeth Aguirre, representante de la Unidad Educativa, destacó que las nuevas prácticas de marketing seducen a los adolescentes, quienes, en busca de pertenencia social, ignoran los daños que puede ocasionarles.
“Las nuevas prácticas seducen a nuestros adolescentes que por sentirse parte de un grupo reconocido ignoran las enormes implicaciones negativas a la que exponen su vida”, afirmó Aguirre durante la jornada. La funcionaria también hizo un llamado a la reflexión sobre los cambios físicos que el tabaquismo provoca en las personas jóvenes, como arrugas, manchas en los dientes, infecciones y mal aliento.
El peligro del marketing encubierto y las redes sociales

Debora Burbano, Subsecretaria de Vigilancia, Prevención y Control de la Salud, alertó sobre las estrategias de marketing utilizadas por la industria tabacalera. Según Burbano, estas campañas encubiertas diseñan empaques atractivos que parecen golosinas o utilizan sabores frutales en los productos, con el objetivo de captar la atención de los menores, tanto en productos tradicionales como en electrónicos, como los vapeadores.
La funcionaria enfatizó que el uso masivo de redes sociales por parte de las empresas tabacaleras es una de las principales herramientas para influir en los jóvenes, creando “nuevos consumidores desde edades tempranas y asegurando una dependencia de por vida”. La estrategia busca infiltrarse en la vida digital de los adolescentes, haciendo más difícil detectar las campañas encubiertas.
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Durante el evento, también participaron jóvenes en representación de los estudiantes, quienes reflexionaron sobre los efectos nocivos del tabaco. José David Leras llamó a la comunidad estudiantil a tomar conciencia: “El tabaco no es solo un mal hábito, es una adicción que daña al cuerpo, a la mente y al entorno. Comenzar en la adolescencia puede marcar el resto de nuestra vida”.
El Ministerio de Salud reafirmó su compromiso en promover estilos de vida saludables entre la juventud y en apoyar iniciativas culturales que mantengan alejados a los estudiantes del consumo de sustancias nocivas. Como parte de las actividades, se llevaron a cabo concursos de rap y murales con mensajes dirigidos a decir “¡No al Tabaco!”
La campaña también incluyó talleres educativos donde se compartieron experiencias y conocimientos sobre los perjuicios del tabaquismo. La Secretaría de Salud busca fortalecer las habilidades preventivas en los jóvenes y fomentar una cultura de rechazo al tabaco en sus comunidades educativas.
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Expertos en salud señalan que la adolescencia es un período clave para prevenir el inicio del consumo, ya que incluso los fumadores habituales comienzan a usar tabaco en esta etapa. La exposición constante a las campañas y la educación en las escuelas es fundamental para reducir las cifras de tabaquismo juvenil en Ecuador.
Las autoridades sanitarias reiteraron que, además de los daños físicos, el consumo de tabaco compromete el desarrollo cognitivo y emocional de los adolescentes, afectando su rendimiento escolar y sus relaciones sociales. La iniciativa busca crear una generación más consciente y resistente a las presiones de consumo, particularmente en las redes sociales.
El evento en Quito forma parte de una estrategia nacional que incluye regulaciones más estrictas sobre la publicidad y distribución de productos de tabaco, además de campañas de sensibilización dirigidas a padres y docentes. La colaboración entre instituciones y la comunidad educativa es esencial para lograr resultados duraderos.

De acuerdo con las estadísticas del MSP, en Ecuador, entre los 13 y 15 años, una proporción significativa de adolescentes prueba y continúa consumiendo productos de tabaco, incrementando así el riesgo de padecer enfermedades crónicas en el futuro. La sensibilización temprana y los programas preventivos buscan revertir esta tendencia.
Finalmente, los jóvenes participantes expresaron su compromiso de ser agentes de cambio en sus comunidades, promoviendo estilos de vida libres de tabaco y apoyando las políticas públicas que protejan la salud de la población adolescente. La juventud y las autoridades continúan uniendo esfuerzos para hacer frente al tabaquismo y reducir su impacto en la sociedad. (I)