Las carpas militares que se instalaron en los parqueaderos, así como las áreas que se adecuaron para el tratamiento de los pacientes covid-19 en el hospital centinela IESS Quito Sur (HQSur) volvieron a sus destinos originales.
Hoy la afluencia de personas con sintomatología respiratoria disminuyó en un 50% y por ello se aperturó en ese mismo porcentaje la atención en cirugías generales, una de las demandas básicas de este nosocomio de segundo nivel de atención.
Francisco Mora, coordinador de vigilancia epidemiológica del HQSur reconoce que el manejo del hospital está dado por la emergencia. «Si el flujo de pacientes mayoritario es covid entonces se lo manejará así; pero ahora estamos un 50-50, unos que vienen con sintomatología respiratoria y los otros que llegan por nuestra cartera de servicios básica».
¿El HQSur recobra su ritmo habitual de atención en especialidades?
El hospital no se transformó de covid a no covid, sino que hoy existen más pacientes que llegan por otras circunstancias y en base a ello se debe cubrir esa cartera de servicios, y claro lo hacemos sin descuidar el principio básico de garantizar la atención en salud.
¿Cuál es la especialidad médica que al momento más demandan los pacientes no covid?
Siempre el perfil epidemiológico que ha estado dentro de la cartera propia del HQSur son las especialidades quirúrgicas generales y traumatología.
¿Las cirugías que se atienden en la actualidad son las que estaban represadas por la pandemia?
Aquí tenemos un quirófano de emergencia que funciona 24 horas y suple la necesidad de quienes llegan por demanda espontánea emergente. A parte tenemos 4 quirófanos funcionales de 8 horas cada uno, que tienen cirugías programadas: unas de alta complejidad y las de procedimientos ambulatorios para bajar la lista de espera de pacientes que quedaron por cuestiones de la pandemia.
¿Qué porcentaje de esa lista de espera ya se ha logrado resolver? Es complicado saberlo porque es amplia y hay que hacer un barrido para saber si el paciente (aunque suena muy cruel sigue vivo), otros ya fueron operados por un tema emergente y ahí podríamos determinar cuál es nuestra demanda real. En el Quito sur en dos semanas, con la cantidad de quirófanos que tenemos, bajamos muy poco esa lista, pero vamos aumentando las cirugías. Mientras menos pacientes covid tengo puedo ser más productivo en los temas normales. Dentro de los perfiles epidemiológicos iremos aumentando el número de quirófanos de acuerdo a la demanda de pacientes y al número de médicos porque aún existen varios especialistas en el área covid.
¿La consulta externa está abierta? Está en proceso de reapertura y por eso se han aumentado los protocolos de bioseguridad como el distanciamiento. Además se evita grupos etarios de alto riesgo como neonatos prematuros y pacientes mayores de 65 años. Aún somos referente en tema covid.
¿Cuáles eran las especialidades más demandas en consulta externa previo a la pandemia? Las especialidades siempre fueron de medicina interna y especialidades clínicas como neumología que tienen pacientes crónicos y luego las cirugías generales. El usuario del IESS es aquel que tiene varias comorbilidades por lo tanto su rotación médica es bastante álgida.
¿Qué pasa con las áreas que se adecuaron para covid-19? El plan fue crecer por fases, con una carpa de triage luego llegamos a una saturación del propio hospital de campaña y luego empezamos con la modificación de la cafetería para atención de pacientes con todas las medias de bioseguridad. Ahora si desciende el flujo de paciente comenzamos a cerrar en viceversa, primero la cafetería y las carpas militares.
¿Cuál es la situación actual del HQSur? En el hospital aún estamos en un punto de expansión bajo necesidad; es decir que si la afluencia de pacientes covid comienza a aumentar evidentemente achicaremos las especialdiades no covid.
¿Cuántos pacientes tienen al momento? En el área no covid tenemos 115 pacientes, 18 pediatricos 97 adultos y en covid 105 pacientes dentro de la capacidad instalada original sin las ampliaciones necesarias. Sin embargo, lo que al momento sigue con sus ampliaciones -como ocurrió en el covid- es el área de cuidados intensivos. Tenemos 5 UCI, una neonatal, una pediátrica y 3 de adultos. Solo la neonatal no es covid.
¿A qué atribuye usted la disminución de la afluencia de pacientes con sintomatología respiratoria?
Es una disminución parcial y creo que obedece a un tema sociocultural. El virus tiene una sola vía de transferencia y si cortamos o generamos una barrera el porcentaje de contagios va a disminuir porque va de acuerdo a la sociedad. Cada una de las barreras (mascarilla, distanciamiento social e higienización y sobre todo no toparse el rostro) impide la contaminación de un lado a otro sobre todo no toparse el rostro.
Probablemente hay un cambio porque la gente empezó a entender la importancia del uso de mascarillas. Estas precauciones estándares son para los virus respiratorios y por eso se ha visto una influencia total y global en el número de pacientes respiratorios que se reciben a nivel hospitalario.
¿Cuál es la edad promedio de los pacientes covid hospitalizados?
Predominantemente el grupo etario de mayor ingreso, que en un momento saturó la emergencia es el de 20 a 49 años. Al momento sobre todo llegan de las parroquias de Chillogallo, Belisario Quevedo, Guamaní; es decir donde constituye nuestra georeferencia.
¿Se incrementó el número de galenos? Un hospital que incrementa sus camas de 317 a 512 necesita del talento humano para atenderlas. Al momento nuestro personal es de 2.400 personas y el número de camas censables volvió a las 317. (I).