Gonzalo Ponce Leiva es el director de la Academia de las Artes Audiovisuales y Cinematográficas del Ecuador. El filme Muerte en Berruecos ¿Quién mató a Sucre?, del que es su productor, compite por Ecuador en los Premios Goya (España). En entrevista con Periodismo Público se refiere también a la situación de esta industria y cuál es su principal limitante.
¿Por qué Muerte en Berruecos ¿Quién mató a Sucre? compite en los Goya por Ecuador, siendo una coproducción?
Muerte en Berruecos… fue inscrita por el Ecuador porque es una coproducción y como tal se acoge a la legislación vigente y es que al ser también una coproducción mayoritaria, si bien es cierto que son cuatro países, Venezuela y Ecuador son los mayores coproductores. Entonces califica como una obra nacional, por tanto tiene los mismos derechos y obligaciones que una obra ecuatoriana, porque es una obra ecuatoriana.
¿Cuál es el valor artístico de esta obra cinematográfica?
Creemos que son varios. Uno es rescatar un capítulo perdido de la historia de Ecuador y de la región, como es el asesinato y la impunidad en que quedó el crimen del Mariscal Sucre y toda la investigación y la farsa que se dio alrededor de esa supuesta investigación y eso es muy importante para la construcción de la memoria histórica.
Creemos que aporta mucho en el tiempo de narrativa, en la estructura con la que se cuenta una historia en la que todo el mundo sabe el final; en la cinematografía en general y sobre todo es un género (thriller policial de época) que no se ha explotado mucho también por la complejidad que implica hacer cine de época. Creemos que aportamos en varios frentes y suma para todo lo que se ha venido haciendo y se hace en este momento en el cine en el país.
En medio de esta pandemia, ¿cómo va la salud del cine?
Está bastante mal en Ecuador, como lo está en el mundo. Este año es un desastre y en general mientras no exista una línea clara en el sentido de políticas públicas que estimulen de alguna manera, el sector está muy complicado. Todo el cine que se hace en el país es emprendimiento privado.
Los fondos de fomento que existen son fundamentales para que prospere la naciente industria. Si bien son muy pocos, son estratégicos porque colaboran en etapas muy importante. Pero más allá del Fondo de fomento que se pueda dar y como digo, son cantidades muy pequeñas, sí falta una visión.
Se han cerrado ventanas de exhibición, se han cerrado los canales públicos que eran una ventana importante como EcuadorTV, tanto para fomentar la producción independiente como para exhibir la ya existente.
No existe estímulo para que el sector privado invierta en cine y entonces los productores tenemos que pasar el sombrero y la caridad hoy en día es impensable.
Es decir, no se ve como parte de un ecosistema productivo a la industria del cine.
Creo que tenemos un muy buen ejemplo de lo que podríamos hacer (ejemplo, en Colombia): si existiera decisión política y, sobre todo hubiera, una estrategia de desarrollo y de apoyo inteligente por parte del gobierno, no tanto para dar caridad, sino para fomentar una industria cuyos ingresos, además, se reparten tan equitativa y masivamente.
¿Cuánto se está produciendo al año en Ecuador?
En Ecuador se han venido produciendo un aproximado de entre 13 y 15 largometrajes al año. Este número alto se ha dado definitivamente desde que existen los fondos de fomentos. Antes recordemos que el primer largometraje importante que se hizo fue prácticamente La Tigra, que alcanzó 250 mil espectadores y eran esfuerzos muy, muy aislados.
Ahora, pues, el tener una producción así, significa que los fondos son importantes y que la gente también se lanza más. Son largometrajes que, si bien muchos se estrenan en salas, también copan importantes nichos como son el mercado del DVD o algunos han sido hechos para la televisión.
¿Cuál es la misión de la Academia de las Artes Audiovisuales y Cinematográficas del Ecuador?
Es un poco la misma que tienen las academias. Existe una academia reconocida por país y en general los objetivos son similares. Estos son 1: fomentar la promoción del cine nacional para lo cual un mecanismo importante es la adopción de Premios nacionales. Existen mercados con premios muy consolidados, como los Oscar, los Goya, los Ariel en México; los Macondo en Colombia, etcétera. Por eso la importancia de los Premio Colibrí, en Ecuador. Otro objetivo es establecer procesos para la selección de las películas que representan al Ecuador ante los premios organizados por las academias colegas del mundo.
Es así como la Academia ha venido ya por dos años organizando los procesos en los que en la última edición, tanto para Oscar y Goya, ha participado un jurado integrado por más de 38 miembros, lo cual garantiza un voto democrático, plural, transparente, secreto.
Hemos desarrollado una plataforma con Egeda que es la sociedad de gestión en España. Es una plataforma que permite visionar y votar en la misma. Al momento tenemos el mismo estándar y facilidad y procesos que otros premios importantes en la región como los Premios Platino. Y un tercer objetivo que es el tema
de apoyo y capacitación y publicaciones. Ese es un frente en el que estamos trabajando.
Una cuarta pata es el tema de las relaciones internacionales para intercambio de conocimientos y tecnología. Por eso Ecuador es miembro desde marzo de 2019 de la Federación Iberoamericana de Academias de Cine, integrada por 10 países.
¿De qué depende la industria nacional para su despegue?
Tiene varios factores. Evidentemente el económico es el gran limitante porque simplemente no existe de dónde sacar los recursos. No existen créditos, por ejemplo. Si uno va a pedir dinero al banco te ven cara de que estás loco, no existen unas líneas de financiamiento para un sector que podría generar mucho trabajo.
No existen políticas públicas claras, no existen estímulos fiscales que es lo que existe en otros mercados que se han desarrollado. Colombia es un estupendo ejemplo de cómo la unión de alianza público-privada genera resultados concretos de desarrollo.
No se trata de tener un ‘papá Estado’ que ya sabemos que es ineficiente, pobre y en muchos casos bastante mediocre, sino generar sistemas que permitan inversiones, que haya también seguridad jurídica, que sea un país atractivo para traer inversiones extranjeras.
Como ejemplo en Colombia existe una comisión fílmica nacional y otras cuatro en ciudades. En Ecuador no tenemos ninguna y para venir a filmar en nuestro país hay un montón de requisitos, de trabas y desde absurdos tan inverosímiles como que exijan el guion de una película. Un burócrata de tercer nivel quiere leer el guion de una obra inédita.
Es decir: que haya un poco de sentido común y que se vea esto como lo que es, como una industria no como un divertimento, ni un mecenazgo, ni un capricho de nadie. Falta visión y falta estrategia. Creo que es un reflejo de lo que pasa en muchos de los sectores en el país donde no hay una visión de largo aliento. (E)