Texto y fotos: Pamela Cardona *Colaboradora de Periodismo Público
Doña Carmen Chasi, dueña de la famosa hueca “Los Motes de San Juan”, ya está atendiendo en su local a clientes y comensales, a pesar de que la pandemia no termina, pero la atención se realiza respetando todas las normas de bioseguridad.
Cuando se habla del barrio de San Juan a muchos se les viene a la mente los suculentos motes, preparados por Doña Carmen y su familia desde hace 83 años.
Este negocio ha pasado por tres generaciones de mujeres emprendedoras, dedicadas a cocinar con sus deliciosos secretos culinarios de familia. Esta ha sido la cualidad que ha evitado que se pierda la tradición de esta hueca quiteña tan tradicional.
El centro histórico cuenta un sinnúmero de huecas, pero ¿quién no se ha detenido por San Juan para pedir un plato de mote con fritada, tostado, papitas y ese delicioso ají de maní?
Doña Carmen nos comenta que para conseguir ese fabuloso sabor en todo lo que prepara, necesariamente se debe cocinar a leña.
“También está el gusto y el amor con el que se preparan los alimentos, el carisma y el servir a la gente comida fresca y de buena calidad”, enfatiza Doña Carmen.
La pandemia sin duda ha golpeado a todos los negocios de emprendedores locales, sin embargo, Doña Carmen no se da por vencida, al contrario, afirma que el amor y la fidelidad de su clientela le dieron fuerzas para reabrir las puertas de su negocio, tras cuatro meses de cierre.
“Me siento satisfecha y agradecida por lo que hago y más por mis clientes, quienes no me han abandonado. A todos los que nos dedicamos al negocio de la preparación de alimentos, les pido que no desmayen, y que hagamos las cosas con responsabilidad”, dijo.
Este local de comida, atiende desde las nueve de la mañana hasta las dos y media de la tarde. Sus productos son únicamente para llevar, pues al momento por seguridad no se puede ingresar al lugar.
Daniel Romero, fiel cliente que gusta de Los Motes de San Juan, invita a todos los quiteños a visitar y a consumir alimentos de calidad. “Apoyemos a todos los negocios ya que de esta manera se reactivará la economía”, comenta.
Doña Carmen, tercera generación dedicada a esta noble labor de “Cocinar con Amor”, pide a todos los comerciantes que no decaigan en su trabajo y les hace llegar este mensaje:
“Nosotras, como mujeres, somos fuertes, y buenas emprendedoras”, tenemos que sobresalir y a pesar de la adversidad, reactivarnos y seguir adelante”, recalca Doña Carmen.
Sin dudas, los emprendedores fueron fuertemente golpeados por la pandemia, por las medidas económicas adoptadas en estos meses. Ella también.
La crisis se agudiza, pero la esencia de un emprendedor radica precisamente en no perder el horizonte, la visión de mejorar o adaptarse a lo que venga y convertirse en un verdadero motor que mueve y dinamiza la economía para ellos, para sus familias y para la ciudadanía en general.