Andrés Albuja Batallas
*Analista Internacional, ex Asesor Junta Monetaria Financiera EC, Foro Económico EC, PhD(c) Administración, Economía & Finanzas. Maastricht U. (Holanda), U. of Salford (Inglaterra)
Entre 2020 y 2021 se han desarrollado y se desarrollarán elecciones presidenciales en algunos países de la región de América Latina. El mapa político regional se ha pintado con tintes de socialismo, populismo, corrupción, altos índices de inflación y desempleo. La pandemia provocará contracción económica en 2020 cercana al 8% en promedio en la región, cercana al 12% en Ecuador y cercana al 5% en promedio en el mundo.
El agua empieza a cotizar en el mercado de futuros de materias primas en Wall Street junto a otras materias primas como el petróleo y el oro. América del Sur es importante en la estrategia y geopolítica de recursos naturales: tiene las reservas superficiales y subterráneas de agua dulce más grandes del mundo. Existen alternativas para salir del subdesarrollo y no tener nuevas épocas perdidas, como los “booms petroleros” de la década de 1970 y de 2010, que curiosamente han dejado a algunos países con impagables deudas soberanas, altos impactos ambientales y sin solucionar temas básicos de desarrollo humano: salud, educación, y seguridad social.
El mundo debe migrar a una economía circular, con energías limpias y sostenibles en el largo plazo y mitigando la concentración de riesgo en ingresos petroleros. En el contexto regional, América Latina puede optar por una integración monetaria con una dolarización regional para apuntalar a una posterior integración comercial y financiera. Una Agenda de Economía Sostenible Regional en América Latina contemplará: finanzas verdes, energías limpias, sostenibilidad socioeconómica y fondos soberanos.
Noruega es un ejemplo a seguir en fondos soberanos petroleros, para garantizar que los ingresos de los recursos naturales se destinen al desarrollo humano del país (salud, educación, seguridad social). Dinamarca es otro país que da ejemplo porque se aleja de la línea extractivista: anunció en 2020 que pone fin a la exploración de petróleo y gas en su territorio. Europa tienen las mejores prácticas internacionales en economía circular.
Si el mundo abandona el consumo de petróleo… ¿qué pasará con los ingresos de los países altamente dependientes del precio de petróleo? Es urgente impulsar economía circular y transparencia como alternativa a la economía lineal extractivista: no es solamente un tema ambiental, sino también de supervivencia económica.