Verónica Herrera
*Ingeniera en Gestión Turística y Medio Ambiente. Máster en Intervención Social en las Sociedades del Conocimiento. Especialista en Turismo.
En el ámbito electoral entramos en la recta final de inscripción de candidaturas a la presidencia del Ecuador. Se oye a los candidatos hablar de propuestas, que no están enmarcadas en la campaña oficial como tal, pero que nos dan luces de lo que se viene.
Pocos son los candidatos que han hablado abiertamente sobre el apoyo que le darán al turismo para que salga a flote y eso me lleva a la reflexión cuanta importancia le damos a una actividad económica que aporta con el 2.2% al producto interno bruto (PIB) en Ecuador.
Y debemos reconocer que gracias al esfuerzo de la empresa turística privada el que tengamos la visita de turistas al Ecuador, porque en los últimos años la inversión en promoción del país en el mundo ha sido ínfima en comparación con los países de la región que son nuestra competencia turística directa. La falta de una marca país constante que sea capaz de quedarse en el top of mind de nuestro cliente objetivo ha sido una de las complicaciones, ¿no me cree? Sí, piense en Perú y le aseguro que recordó su marca país y ni hablar si le digo Colombia.
El turismo se ha quedado colgado en la percha de las inversiones del Estado y recordemos que existen falencias graves al momento de planificar el turismo desde el sector público y la razón es simple: no existen funcionarios calificados para realizar la planificación del turismo en el Ecuador.
Si no se logra trabajar de la mano con el sector turístico privado simplemente tenemos una serie de tumbos que no consiguen sacar a flote a la industria turística nacional. Se debe tener en cuenta que el turismo es una actividad que debe estar libre de cualquier ideología o partido político de turno para avanzar a su completo desarrollo. Si tenemos una planificación turística clara, una marca país y un plan de marketing definidos, los gobiernos de turno deberían respetar lo planificado.
Ahora que es nuestro momento de elegir y si queremos un Ecuador que de verdad se convierta en potencia turística, revisemos los planes de trabajo de todos los candidatos y leamos con atención sus propuestas en especial en la generación de empleo y en la reactivación del sector turístico. Aprendamos a elegir a nuestros presidentes con inteligencia y visión. (O)
