La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Añez, detenida esta madrugada, denunció este sábado «abuso y persecución política» en su contra por parte del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
«Me acusa de haber participado en un golpe de estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolivianos», escribió en su cuenta de Twitter.
«La persecución política ha comenzado. El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones», añadió en otro mensaje.
El jueves pasado, la Fiscalía boliviana emitió el jueves una orden de aprehensión en contra de Añez y sus ministros Arturo Murillo, Yerko Núñez, Álvaro Coímbra, Fernando López y Rodrigo Guzmán, por el caso golpe de Estado en 2019.
Este sábado se concretó también la detención del exministro de Justicia y de Energía, Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán, respectivamente.
Según las denuncias, tras dar el golpe de estado en Bolivia Añez firmó un decreto que exoneraba a militares y policías de cualquier crimen que cometiesen para «mantener el orden».
Dos días después, una brigada militar mató a 32 personas. La expresidenta interna (o de facto, como le llaman) recibió el apoyo de la Unión Europea (UE).
Otras causas pendientes:
Tanto Añez como los exministros son procesados por la masacre de Senkata, registrada el 19 de noviembre de 2019. Ese día murieron 10 personas y otros 46 fueron heridos de bala. Organismos nacionales e internacionales coinciden en que esto fue causado por la ruptura del orden constitucional liderada por la mandataria interina.
Pronunciamientos:
La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDHB) indicó que esa denuncia está refrendada en informes presentados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Sobre el tema, el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, reconoció que en Bolivia hubo un golpe de Estado el 2019 por antecedentes como la insubordinación de militares de las Fuerzas Armadas que sugirieron al presidente Evo Morales que renuncie a su cargo, indicó la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Respecto a los acontecimientos, el vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, señaló en Twitter que «no es el odio el que impulsa nuestros actos, sino una pasión por la justicia de la que hemos dado cuenta a lo largo de nuestra vida”.
El expresidente Evo Morales pidió «que se investigue y sancione a los autores de la dictadura que saqueó la economía y atentó contra la vida y la democracia en Bolivia». Mencionó que en el golpe de Estado se registraron 36 víctimas fatales, más de 800 heridos y más de 1.500 detenidos.
Mientras esto sucede, familiares de las víctimas de la masacre de Sacaba y Senkata piden justicia y la aprehensión de los responsables de los hechos de violencia suscitados en 2019.
