Actualmente, nueve de cada diez personas que presentan desórdenes alimenticios están en América Latina. México lidera la lista de países con más de un millón de casos conocidos, le siguen Colombia con más 800.000 diagnósticos; Venezuela con medio millón de casos y Argentina.
Llegadas las épocas decembrinas estos desórdenes pueden suponer todo un reto para las personas, es por ello que el acompañamiento familiar será fundamental para pasar estás etapas de la manera más saludable posible. El objetivo es que quien sufre uno de estos trastornos no se sienta diferente al resto en las comidas navideñas. Ponernos en su lugar es una de las claves para ayudarles durante cualquier época del año.
Según, Fátima Servián Franco, profesora en la Carrera de Psicología y en la Maestría Oficial en Nutrición y Salud de VIU – Universidad Internacional de Valencia, puede haber momentos en que las personas con TCA no sepan como comportarse, pues se pueden sentir incómodos o vulnerables en ambientes en dónde las fiestas o reuniones giran en torno a la comida. “La obligación de acudir a estos eventos familiares puede suponer una desregulación en su estado de ánimo. Por lo tanto, es importante tener en cuenta una serie de pautas, como no presionar para que coman o dejen de comer y servir los alimentos en cada plato, minimizando los platos para compartir”. Adicionalmente y no menos importante, es necesario que el entorno evite comentarios sobre el físico de la persona o sobre sus conductas pues esto también puede llegar a repercutir en un detonante.
La experta de VIU, indica que el autocuidado y la autorregulación por parte de la persona que sufre el trastorno empieza con el seguimiento de una rutina recomendada por un profesional de ser posible, adicionalmente, nos recomienda 4 tips que sin lugar a dudas serán de gran utilidad para las personas que sufren de algún trastorno alimenticio:
- Es importante recordar que comer abarca múltiples procesos de autorregulación, incluidos los fisiológicos, los conductuales, los cognitivos (parte mental) emocionales y
los sociales. Es por esto por lo que, en personas con TCA, es aconsejable practicar ejercicios de relajación antes de las comidas más copiosas. Pueden ser respiraciones diafragmáticas antes o durante la comida y meditaciones para no dejarse llevar por la parte mental típica del trastorno. - Practicar la alimentación consciente ayuda a estar presente con todos los sentidos y dificulta hábitos nocivos relacionados con la comida.
- La meditación de atención plena, basada en el desarrollo de la conciencia y el uso apropiado de las señales de hambre y saciedad, es un posible mecanismo para abordar los problemas centrales de la alimentación desregulada.
- La sensación de estar comiendo durante un periodo de tiempo prolongado hace que la atención en las sobras ocupe a los comensales. Por ello, es recomendable retirar los platos de la mesa una vez termine el evento. Puede continuar la sobremesa con otras actividades.
Recordemos que el diagnóstico de TCA puede darse en cualquier edad, pero en la mayoría de casos la enfermedad aparece durante la adolescencia. Es importante reconocer que hay más prevalencia en el inicio de la edad joven y ha aumentado en la adultez.
Finalmente, si para la mayoría de las personas las fiestas navideñas suponen unos días de desregulación en la alimentación, para las personas con TCA esto se ve acrecentando. Identificarlo, entenderlo y ponerse en el lugar de la persona que lo sufre es el primer paso para reconstruir una relación saludable con la comida sostenida en la regulación emocional, el control adaptativo y la autoevaluación no basada en la psicopatología.