En respuesta a múltiples denuncias ciudadanas y reportes de insalubridad, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) ha intensificado sus operativos de control en Guayaquil, Quito, Cuenca, entre otras ciudades. Estos esfuerzos han derivado en la clausura de varios establecimientos, principalmente en el norte de la ciudad, tras evidenciar condiciones insalubres que ponen en riesgo la salud pública. Los operativos se alinean con el compromiso de Arcsa por reforzar la seguridad alimentaria en el país.
Entre los casos recientes, en el Puerto Principal, se encuentra una cafetería en un centro comercial de Guayaquil fue clausurada al encontrarse cucarachas en áreas de almacenamiento de pan y envases de delivery, además de esparcidas en el suelo.
En Samborondón, un restaurante de comida china también fue cerrado tras descubrirse insectos en bodegas de arroz y otras áreas críticas. Esta situación revela un problema latente de higiene en establecimientos de consumo público en la región.
Los operativos de Arcsa han expuesto un patrón alarmante de incumplimiento de normas sanitarias en locales de alimentación, especialmente en el sector de alimentación. La falta de higiene en estos espacios representa un riesgo para los consumidores y ha motivado una respuesta inmediata de las autoridades.
Esfuerzos de vigilancia y respuesta a denuncias
De acuerdo a información proporcionada a PERIODISMO PÚBLICO, Arcsa ha señalado que estos operativos no solo responden a su planificación anual, sino también a un incremento en las denuncias de los ciudadanos, quienes han encontrado en la aplicación móvil de Arcsa una herramienta efectiva para reportar irregularidades. La agencia ha priorizado su atención en sectores de alto riesgo como cafeterías, restaurantes y locales de preparación de alimentos en general.
La Agencia opera bajo la Resolución ARCSA-DE-038-2020-MAFG, una normativa técnica para el control de productos de consumo humano que abarca alimentos procesados, medicamentos y otros. De acuerdo con el plan de Arcsa, estos controles se mantendrán y se ampliarán en el último trimestre del año, cubriendo todo el país con un enfoque en aquellos sectores con mayor riesgo sanitario.
Otro de los puntos de mayor interés en la agenda regulatoria es la etiqueta de semaforización de alimentos procesados. Este sistema de etiquetado, actualmente bajo revisión por el Ministerio de Salud Pública, busca brindar a los consumidores información precisa sobre el contenido de productos procesados, promoviendo una decisión de compra informada. La actualización de esta normativa permitirá un mejor control de los productos en circulación en el mercado.
Entre otras iniciativas que se pueden mencionar, se encuentra la consulta pública sobre una nueva normativa para productos de tabaco y vapeadores, la cual incluirá la obligación de los productores de presentar informes detallados sobre ingredientes, aditivos y otros componentes. Esta reforma busca asegurar la trazabilidad de estos productos en Ecuador, ofreciendo un mayor control sobre su comercialización y consumo.
Transparencia y comunicación pública
Arcsa informó además que se intensificaron sus esfuerzos de transparencia mediante comunicados oficiales y un uso activo de sus redes sociales para informar a la ciudadanía sobre los operativos de control y las acciones correctivas. Estos canales han permitido que la población esté al tanto de las clausuras e intervenciones, promoviendo así un ambiente de confianza hacia la labor regulatoria de la institución.
Este año, Arcsa también ha abordado la problemática de la contaminación de alimentos con metales pesados. Las inspecciones se han extendido a productos de consumo humano donde se han reportado irregularidades, destacando la importancia de estas verificaciones para proteger la salud pública y minimizar los riesgos de enfermedades.
Además de los alimentos, la agencia realiza controles rigurosos en el sector de productos farmacéuticos. Estos controles incluyen la revisión de las condiciones de almacenamiento y la verificación de ingredientes, asegurando así que los medicamentos que circulan en el mercado cumplan con los estándares de calidad requeridos.
Perspectivas para 2025
Para el próximo año, Arcsa proyecta un incremento en sus operativos, priorizando sectores de alto riesgo como alimentos y productos farmacéuticos. La agencia planea implementar un nuevo marco normativo para procesadores y distribuidores de alimentos, con el fin de garantizar la calidad e inocuidad de los productos y reducir las enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs).
La institución informó además que colabora estrechamente con el Ministerio de Salud y organismos internacionales en la investigación de factores contaminantes y en el desarrollo de nuevas regulaciones. Este trabajo en conjunto fortalece la capacidad de respuesta de la agencia ante problemas sanitarios y permite un enfoque integral en la protección de la salud de la población.
Arcsa continúa su labor con el objetivo de consolidar un sistema de control sanitario robusto y eficiente. A través de sus inspecciones, la actualización de normativas y la participación de la ciudadanía, la agencia trabaja para asegurar la calidad de los productos de consumo humano en Ecuador, contribuyendo al bienestar general de la población.
A pesar de los desafíos que implica la regulación y control de sectores tan diversos, Arcsa ha logrado avances significativos en la protección de la salud pública. Sus operativos han derivado en la clausura de locales insalubres y en la identificación de prácticas inadecuadas, lo que reafirma su compromiso con la población.
Aplicación móvil como herramienta de denuncia
La implementación de la aplicación móvil de Arcsa ha sido clave para fomentar la participación ciudadana en el control sanitario. A través de esta herramienta, la ciudadanía puede reportar en tiempo real cualquier irregularidad observada en productos o establecimientos, facilitando así el accionar de las autoridades y fortaleciendo el sistema de vigilancia.
Arcsa también ha intensificado sus esfuerzos en educar a los consumidores sobre la importancia de verificar las condiciones sanitarias de los productos y establecimientos que frecuentan. Esta labor de concientización es parte fundamental de su estrategia para garantizar un entorno seguro y proteger la salud pública a largo plazo. (I)