Periodismo Público, en colaboración con CONNECTAS, presenta una investigación que pone de manifiesto el creciente tráfico ilegal de insectos en Ecuador.
El trabajo periodístico, que se difundirá este miércoles 11 de diciembre, identificó que las mariposas, los escarabajos y las tarántulas son los insectos más solicitados en el mercado negro. De hecho, al menos 21 especies de insectos ecuatorianos han sido rastreadas en plataformas de comercio online. Estos ejemplares, que incluyen desde la delicada Adelpha cytherea hasta la exótica Papilio cacicus, varían en precios dependiendo de su rareza y demanda, lo que fomenta aún más el tráfico ilegal.
A pesar de los esfuerzos del Ministerio del Ambiente y Agua (MAATE), el contrabando de vida silvestre continúa en aumento. Desde 2017, el MAATE ha lanzado campañas como «Alto al tráfico de vida silvestre», con el objetivo de crear conciencia y reducir estas prácticas.
Sin embargo, los datos muestran que desde 2021, el tráfico de insectos se mantiene. Esto se debe, en parte, a la falta de información accesible y de políticas públicas eficaces que dificultan el control de esta problemática.
La situación es alarmante debido a la importante función ecológica que desempeñan los insectos en los ecosistemas de la Amazonía ecuatoriana. La científica Gisela De la Cadena subraya que la extracción de insectos para el mercado negro no solo amenaza la supervivencia de las especies, sino que también altera el equilibrio de los ecosistemas.
Uno de los hallazgos más preocupantes es la alta demanda de insectos raros y exóticos, lo que hace aún más difícil su conservación. Las mariposas, especialmente las de gran tamaño y colores vibrantes, se encuentran entre las especies más codiciadas. Su captura y posterior comercialización no solo ponen en peligro la especie, sino que también afectan a la cadena alimentaria y a la dinámica de reproducción de las especies locales.
El tráfico de insectos no es un fenómeno aislado, sino que forma parte de una red más amplia de contrabando de fauna silvestre en Ecuador. Este tipo de comercio ilegal se ha intensificado debido a la alta rentabilidad que genera para quienes lo promueven, quienes recurren a plataformas en línea y redes sociales para realizar transacciones. La falta de recursos para fiscalizar y sancionar este comercio, sumado a la corrupción en algunos sectores, ha permitido que el tráfico siga prosperando.
A nivel internacional, organizaciones como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) muestran su preocupación por el aumento del tráfico de especies ecuatorianas. Sin embargo, la implementación de políticas eficaces depende de la cooperación entre países y de un esfuerzo coordinado que aún está en fase de desarrollo.
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El vacío de información y la falta de educación sobre la importancia de conservar los insectos son factores que perpetúan este ciclo destructivo. Muchos de los involucrados en el tráfico de insectos desconocen las consecuencias ambientales y legales de sus acciones. Por ello, las campañas de concienciación no solo deben centrarse en los consumidores, sino también en los actores involucrados en el comercio ilegal.
El informe de Periodismo Público y CONNECTAS concluye con una llamada de atención urgente sobre la necesidad de reforzar las políticas de conservación y protección de los insectos en Ecuador. Es imperativo que el país establezca un marco legal más riguroso y que se incremente la cooperación internacional para frenar el tráfico de estas especies. Además, se debe promover la educación sobre la importancia de estos animales para el equilibrio de los ecosistemas. (I)