
Nueva York fue testigo del poder femenino ecuatoriano en el 69º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69). Catalina Cajías, presidenta del Women Economic Forum (WEF) Ecuador, llevó la voz de las mujeres de su país a este importante foro de las Naciones Unidas.
Cajías no solo representó a Ecuador, sino que se convirtió en un faro de esperanza para miles de mujeres latinoamericanas. Su participación en el panel «Romper los ciclos de desigualdad» resonó con fuerza, destacando los desafíos que enfrentan las mujeres en la región y proponiendo soluciones innovadoras.
La mentoría intergeneracional se alzó como la herramienta estrella en su discurso. Cajías enfatizó cómo conectar a mujeres con experiencia con aquellas que están comenzando sus carreras puede abrir puertas y derribar barreras económicas.
«Las tutorías pueden transformar vidas», afirmó con convicción. A través de la educación y el apoyo mutuo, las mujeres pueden superar obstáculos, acceder a financiamiento y alcanzar puestos de liderazgo en sectores clave.
Los Círculos de Mentoría Intergeneracional de UNA Women, presentados por Cajías, son un ejemplo concreto de esta visión. Esta iniciativa busca crear puentes entre generaciones, fomentando el aprendizaje continuo y la justicia económica.
Pero no basta con la mentoría. Cajías también hizo un llamado a la acción, instando a la creación de políticas inclusivas que reduzcan las desigualdades estructurales y promuevan la participación femenina en la economía.
«Ya no es una opción, es una necesidad absoluta», sentenció. La igualdad de género debe ser una prioridad para lograr un crecimiento económico sostenible y un futuro más justo para todos.
El panel, liderado por la experta en género y derechos humanos Lady Tee Thompson, reunió a líderes de diversos sectores. La presencia de Ecuador en este espacio consolidó al país como un referente en la lucha por la equidad.
La cultura ecuatoriana también se hizo presente. Catalina Cajías lució un diseño exclusivo de la marca TOSKA, inspirado en el centro histórico de Quito, mostrando al mundo la riqueza y creatividad del talento local.
Además, obsequió una pañoleta tradicional de la sierra ecuatoriana, un detalle que resaltó la identidad y el patrimonio del país.
La participación de Ecuador en la CSW69 fue un hito importante en la lucha por la igualdad de género. Las voces de las mujeres ecuatorianas resonaron en la ONU, dejando un mensaje claro: la mentoría y las políticas inclusivas son clave para construir un futuro más equitativo. (I)