El presidente Daniel Noboa fue investido este sábado 24 de mayo para su segundo periodo constitucional al frente del Gobierno de Ecuador, en una ceremonia oficial desarrollada en la Asamblea Nacional, en Quito.
El acto, cargado de simbolismo, se realizó en coincidencia con la conmemoración de la batalla de Pichincha, hecho histórico que selló la independencia ecuatoriana en 1822.
La jornada estuvo marcada tanto por la presencia de delegaciones internacionales como por la ausencia de la bancada correísta, que decidió no asistir por considerar que la reelección de Noboa se dio bajo condiciones irregulares.
En su intervención, Noboa reafirmó su compromiso de continuar con la lucha frontal contra el crimen organizado, una política que ha sido el eje de su primera gestión iniciada en noviembre de 2023.
“Un verdadero comandante en jefe jamás abandona a sus tropas”, declaró el mandatario durante su discurso, donde también rindió homenaje a las fuerzas de seguridad por su labor en contextos de creciente violencia.
Noboa llegó al Parlamento acompañado por su esposa, Lavinia Valbonesi, sus dos hijos, y su madre, la asambleísta Annabella Azín, quien lidera el bloque oficialista en la Asamblea Nacional.
En la investidura también juró María José Pinto como vicepresidenta de la República, en reemplazo de Verónica Abad, con quien Noboa mantuvo una relación conflictiva durante su primer mandato.
El evento contó con la participación de representantes de 93 delegaciones extranjeras, aunque solo asistieron dos jefes de Estado: Gustavo Petro de Colombia y Dina Boluarte de Perú.
El mandatario no estuvo acompañado por su padre, el empresario Álvaro Noboa, quien enfrenta problemas de salud, pero sí por su tía, Isabel Noboa, reconocida figura del sector empresarial ecuatoriano.
Horas antes de la ceremonia, Noboa y Pinto acudieron a la Cima de la Libertad para rendir homenaje al mariscal Antonio José de Sucre y participaron en un acto militar conmemorativo.
La seguridad será una prioridad, advierte el presidente
Durante su discurso, titulado “Un día para hablar con la verdad”, Noboa aseguró que el país ha enfrentado duros desafíos y que la lucha contra las mafias seguirá siendo una prioridad.
“El país no le pertenece a los criminales”, enfatizó el presidente, al destacar que bajo su gobierno se han identificado más de veinte organizaciones criminales catalogadas como terroristas.
A pesar de la persistente violencia, el mandatario indicó que la tasa de homicidios se ha reducido de 47 a 38 por cada 100.000 habitantes, aunque reconoció que el reto aún es inmenso.
Entre los temas abordados, destacó la necesidad de promover el empleo juvenil, la vivienda digna y la modernización del sistema energético con la inclusión de energía nuclear.
El presidente también anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso para reforzar la seguridad, otorgando incentivos fiscales a quienes donen recursos a las fuerzas del orden.
El oficialismo, liderado por Acción Democrática Nacional (ADN), tiene mayoría en el Legislativo, lo que facilitará la aprobación de iniciativas clave durante este nuevo periodo.
Annabella Azín, madre del mandatario y presidenta del Congreso, destacó el ambiente de “optimismo” que se vive desde la reelección del 13 de abril pasado.
Daniel Noboa obtuvo el 56 % de los votos frente al 44 % de Luisa González, candidata de Revolución Ciudadana, movimiento que ha rechazado públicamente los resultados.
Ausencia de la oposición
La bancada correísta calificó la investidura de Noboa como ilegítima y se ausentó del evento como acto de protesta política, al que definieron como “valiente” y “ético”.
En un comunicado, afirmaron que la elección estuvo plagada de “irregularidades jamás aclaradas”, y acusaron al gobierno de baja ejecución presupuestaria y falta de transparencia.
También señalaron que, durante el periodo anterior, Noboa habría ejecutado apenas el 14,95 % del presupuesto destinado a inversión pública.
No es la primera vez que el correísmo se ausenta de un acto de investidura presidencial; lo hizo también en 2021, durante la posesión de Guillermo Lasso.
En esta nueva etapa, Noboa ha prometido continuar con las reformas estructurales, avanzar en transformación digital y priorizar la lucha contra la corrupción.
La reactivación económica será otro de los pilares del gobierno. Noboa subrayó que su plan económico se basará en inversión pública que genere empleo y desarrollo.
El contexto de esta nueva administración es complejo: Ecuador atraviesa una crisis de violencia sin precedentes, con una muerte violenta por hora registrada a inicios de 2025.
El país se ha convertido en un corredor estratégico para el narcotráfico, debido a su ubicación geográfica entre Colombia y Perú y sus puertos sobre el Pacífico.
Desde la declaración del conflicto armado interno en 2023, más de 40.000 personas han sido identificadas como miembros activos de bandas criminales.
El gobierno se ha propuesto debilitar sus estructuras económicas, al considerar que mientras estas tengan recursos ilimitados, la violencia persistirá.
A pesar del respaldo popular expresado en las urnas, el país sigue profundamente polarizado, y el gobierno deberá gestionar una agenda ambiciosa en un ambiente político tenso.
Noboa busca también modificar la Constitución para permitir la instalación de bases militares extranjeras, una disposición prohibida desde 2008.
Analistas sostienen que, con este segundo mandato, Noboa consolida una narrativa centrada en la seguridad y la eficacia gubernamental, en contraposición a sus opositores.
El presidente concluyó su discurso con un mensaje de unidad: “La historia del Ecuador no se va a escribir sola, la escribiremos juntos”. (I)
