La digitalización es una realidad en el mundo empresarial y si bien, son cada vez más las organizaciones que se transforman hasta en la forma en que almacenan la información con la que cuentan, también son cada vez más las que priorizan hacerlo de forma sostenible. Según un estudio realizado por la firma de consultoría Arirzon Research, el mercado de Data Centers en Latinoamérica tendrá una tasa de crecimiento anual compuesta hasta el 2025 del 5.56%
Sin embargo, aunque es cierto que la alta demanda de estos centros de datos se debe a la seguridad informática que ofrecen, es evidente que también son los principales consumidores de energía, provocadores de carga eléctrica y productores de grandes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero. De ahí que, empresas como Adobe desarrollen diversas dinámicas enfocadas hacia la sostenibilidad:
“Establecimos nuestro objetivo de energía 100% renovable hace años, asumiendo compromisos RE100 y uniéndonos a la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia con objetivos verificados. Abogamos por políticas locales, regionales y federales para descarbonizar, modernizar nuestras redes y abrirlas a las energías renovables”, resalta Dario Llorente, Head of Latam Channel Sales en Adobe.
Como una muestra de ello, se destaca la inversión de la empresa en el diseño de centros de datos respetuosos con el medio ambiente. Estos, aparte de apostar por la sustentabilidad, son muy resistentes y están hechos para ofrecer una alta disponibilidad y tolerar fallos del sistema o del hardware con un impacto mínimo. Además, cada uno de sus espacios funciona en su propia infraestructura físicamente distinta e independiente para ayudar a garantizar la continuidad del negocio en caso de una interrupción.
Como si fuera poco y conscientes de que el camino a seguir es a través de la colaboración de las empresas locales de servicios públicos, las ONG, las empresas homólogas, los clientes y los socios de la cadena de suministro digital que están dispuestos a implementar la gestión ambiental en sus procesos. Adobe, también implementa otras iniciativas con las que priorizan su compromiso ambiental:
Crecer sin carbono
La empresa se ha comprometido a que el 100% de la energía que emplea provenga de fuentes renovables para 2035. Sumado a esto, más del 70% de sus empleados ya trabajan en oficinas con certificación LEED.
Impulsar un nuevo futuro energético
En lugar de comprar créditos de energía renovable desagregados para compensar la electricidad impulsada por carbono, Adobe compra energía solar que va directamente a la red eléctrica local. También, se ha asociado con compañías como Facebook y Enel Green Power para firmar la primera compra agregada de energía eólica del sector tecnológico, lo que representa un paso importante para ayudar a abrir el mercado de las energías renovables en Estados Unidos, estabilizar los costes de la energía y eliminar la contaminación.
Medir y gestionar la energía
Su sistema de monitorización capta datos energéticos y de operaciones críticas basados en miles de puntos de datos, desde el uso de electricidad, agua y gas natural hasta la efectividad del uso de la energía de todos sus centros de datos.
Construir en verde
Adobe fue una de las primeras empresas en adoptar las normas de Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental (LEED) de U.S. Green Building Council. Este compromiso le ha ayudado a operar con eficiencia, reducir el impacto en el planeta y estabilizar los costes. Así mismo, impulsa la eficiencia energética en sus Datas Centers mediante prácticas como la consolidación de salas de servidores y la virtualización.
Reducir residuos
Gracias a que aplica una transición de una cadena de suministro física a una totalmente digital, la empresa tecnológica ha reducido el impacto medioambiental de sus productos, incluidos los residuos, en más de un 95%.
Teniendo en cuenta que en América Latina es donde los usuarios consumen cada día más datos a través de las redes sociales e internet, y que por ende el impacto ambiental es significativo, es de vital importancia que empresas de TI sigan abogando por incluir prácticas en torno a la responsabilidad, el desarrollo, la capacitación y el cuidado del medio ambiente, esto con el fin de mitigar el daño al ecosistema y a la biodiversidad. (I)