Era cineasta y político. Tenía 84 años y antes de irse de este mundo dejó un mensaje en las redes a sus amigos y seguidores sobre qué hacer frente a esta pandemia que azota a la humanidad en 2020.
Fernando “Pino” Solanas expiró hace pocas horas de Covid-19. Se había contagiado junto a su esposa con este virus que a esta alturas de la vida le jugó una mala pasada.
En Francia, donde murió hace pocas horas, era el embajador de su país ante la Unesco. Llevaba tres semanas hospitalizado y su cuerpo ya no resistió los embates del coronavirus.
Había ganado ese cargo en el gobierno de Alberto Fernández, después de una larga vida y carrera profesional y política.
Era un referente para la izquierda argentina, pero también desde su cine retrató la vida del continente suramericano que lo vio nacer el 16 de febrero de 1936.
Su talento le valió, entre tantos, un premio Palma como mejor director en el Festival de Cannes por su obra Sur (1988).
La Hora de los hornos (1968) que co-dirigió con Octavio Getino, es quizás la más recordada. La filmó de forma clandestina, pero su valor todavía está vigente, porque se estudia en las escuelas de cine como ejemplo de documental político.
A Francia llegó como exiliado político, tras recibir amenazas de muerte. Allí no paró su obra. Al retornar a Argentina rodó Tangos, El exilio de Gardel y Sur.
Fue baleado y después aceptó iniciar la vida política hasta ocupar un curul como diputado en tres períodos. En 2007 se postuló como presidente. No ganó pero seguramente para él era un deber moral con su país.
Este fue su último mensaje en las redes, aquejado ya de coronavirus.
