El laboratorio de Microred eléctrica de la Universidad de Cuenca fue el espacio donde nació la electrolinera ecuatoriana mentalizada por el docente Luis González y apoyada por los estudiantes David Llivicura y Frank Torres.
Esta idea es la tesis de grado que realizan los mencionados alumnos para poder graduarse de la Facultad de Ingeniería Electrónica y Telecomunicaciones.
David contó que para este prototipo los trabajos iniciaron en enero de 2020, pero la pandemia los obligó a parar por algunos meses.
El trabajo lo retomaron en junio con el ensamblaje y en noviembre de 2020 ya presentaron públicamente el prototipo.
La primera idea surgió hace más de tres años dentro de la línea de investigación de vehículos eléctricos e infraestructura de carga que lleva adelante el centro de estudios superiores público de la «Atenas del Ecuador».
«Lo que hemos hecho son varias mejoras. Ahora fabricamos una nueva estación con mayor capacidad de carga», refirió González.
Asimismo, cuenta con pantalla táctil que permitirá al usuario interactuar con la estación de manera amigable y se conecta con un servidor para que todas las transacciones que se realicen se puedan monitorear en tiempo real desde cualquier lugar.
Además es susceptible de adaptarse a los diferentes tipos de conectores por lo que será de utilidad para cualquier marca de vehículos.
Costos relativos
Según González el costo aproximado de la fabricación de la electrolinera ecuatoriana, si se produce a gran escala, sería de $ 4 mil.
Al momento el prototipo se encuentra en fase de pruebas en la «Atenas del Ecuador» y la idea es llevarlo a las ciudades de Guayaquil o Loja para observar su correcto funcionamiento.
«Queremos tener pruebas reales y si hay algún desperfecto hacer los correctivos necesarios y una vez superada esta fase pensaremos en proponerlo a los futuros compradores como un producto ya probado».
Y a más de ese modelo pueden elaborar otras variaciones con características propias que se ajusten a las necesidades del cliente.
«Pueden no estar enlazadas al internet, ni al interfaz con pantalla amigable y poseer solo un botón de carga, según lo que el cliente necesite».
Al momento en Cuenca existe una electrolinera en el Parque La Madre de 5.5Kw sin la posibilidad de reconocer clientes ni de gestión de carga.
El prototipo puede configurarse con conectores tipo 1, 2 o 3 y no requiere personal calificado que esté en el lugar para administrarlo.
La idea de los fabricantes es tener una base de datos del cliente y que éste cuente con una tarjeta prepago que la presente en la electrolinera y acceda al servicio con el saldo disponible.
González indicó que el tiempo de carga es relativo y depende de cuanta energía necesite el vehículo o de su potencia de carga.
«El KIA Soul por ejemplo en carga alterna necesita una potencia 6.5kW y necesitaría alrededor de 4 horas para cargar».
En cambio mencionó que los autos BYD E5300 tienen conector 2, que permite una carga en alterna hasta de 40KW. «Ahí se requiere un poco más de una hora para una carga completa». (I)