Tras casi cinco años de trabajo, el Proyecto de anfibios del Ecuador y uso sostenible de sus recursos genéticos (PARG) finalizó con la investigación de las secreciones de las pieles de anfibios.
En esta fase se analizaron al menos 100 moléculas y se concluyó que al menos dos tienen un elevado potencial biomédico por su contenido antifúngico y antimicrobiano.
El proyecto impulsado desde el Ministerio de Ambiente logró la crianza en laboratorio de anfibios (en peligro de extinción y re descubiertas), con técnicas innovadoras para reintroducirlos en su hábitat natural.
También se desarrolló el Proyecto Global ABS que aportó al país en la construcción de la normativa para el acceso, la distribución justa y equitativa de los recursos genéticos.
A través del mismo se logró una vinculación con la comunidad con cinco protocolos comunitarios bioculturales y 22 talleres en mecanismos de protección de conocimientos tradicionales.
En ambas iniciativas jugó un papel importante el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), así como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
También participaron en el proyecto, el Centro Jambatu para la Conservación e Investigación de Anfibios, Centro Amaru y la Universidad Regional Amazónica Ikiam.
La representante de PNUD, Matilde Mordt, destacó las investigaciones realizadas por la universidad Ikiam.
«Los recursos genéticos de los anfibios son una pieza fundamental en el desarrollo sostenible, y representan una gran inversión para las empresas privadas». (I).
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