Andrés Albuja Batallas
Analista Internacional, ex Asesor Junta Monetaria Financiera EC, Foro Económico EC, PhD(c) Administración, Economía & Finanzas. Maastricht U. (Holanda), U. of Salford (Inglaterra).
En 2020, la oferta monetaria de Estados Unidos creció 25%: desde $15 billones hasta $19 billones. La principal economía del mundo con la moneda que inspira más confianza en los mercados financieros internacionales se puede dar ese lujo. Debido a la crisis económica y sanitaria por el covid-19, también se implementaron en Estados Unidos políticas contracíclicas para mitigar la contracción económica: recorte de tasas interés (Federal Reserve), inyección de liquidez a la economía por $2 billones, estímulos para las familias para consumo y demanda agregada, cheques mensuales de $3.000 para mitigar efectos de desempleo (FED, 2020).
Importancia Geopolítica, Económica, Financiera, Monetaria: 2/3 del volumen de dinero total en el mundo se concentra en una divisa, dólar de Estados Unidos de América.
La confianza en el dólar ha sido un salvavidas para economías dolarizadas como la ecuatoriana, para evitar que este 2020 cierre con cifras más crudas que las ya presentadas por la crisis covid-19 y por la ineptitud del manejo económico y sanitario.
Ecuador (INEC, 2020)
PIB = caída 10%
Inflación = 0%
Desempleo = 10% aprox.
Subempleo = 55% aprox.
Salario básico = US$400
Pobreza multidimensional = 45%
Venezuela y Argentina (Banco Mundial, 2020) se encuentran con cifras descontroladas de inflación y desempleo, por desconfianza en sus economías y en especial de sus propias monedas.
Venezuela, 2020:
*PIB = caída 30%
*Inflación = 1.000%
*Desempleo = 70%
Salario básico= US$1.8
Pobreza multidimensional = 70%
Argentina, 2020
PIB = caída 11%
*Inflación = 30%
*Desempleo = 15%
Salario básico = US$250
Pobreza multidimensional = 45%
Con los antecedentes expuestos, para los países dolarizados (a pesar de los efectos desastrosos del covid-19), podemos decir… ¡Feliz Navi-Dólar 2020!
Para los países con monedas propias y desastrosos en su manejo económico, ¡no alarguen su agonía, dolarizarse!
El camino pragmático para América Latina es la integración regional: comercial, monetaria, económica y financiera.
