Por Pablo Salgado (Periodista y escritor)
El día llegó; hoy se realizan elecciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CEE) en las provincias de Imbabura, Bolívar, Carchi, Napo, Cañar, Chimborazo, y Azuay. Son unas elecciones importantes para intentar renovar la Casa.
El proceso electoral ha sido turbio y opaco. No se consiguió depurar el padrón electoral, sobre todo en el de los miembros de la Casa de la Cultura. Como sabemos, se ingresaron muchos miembros sin cumplir los requisitos mínimos, sin expedientes y sin informes de un Comité.
Si miramos los números, en varios núcleos -incluido Pichincha- la elección la decidirán los miembros de la Casa, puesto que el porcentaje de los inscritos en el RUAC que acuden a votar es bastante bajo.
Por ello, esta es la clave: que los artistas y gestores con registro en el RUAC se despierten, terminen con la desidia e indiferencia y acudan a las urnas.
Solo una votación masiva puede terminar con las viejas y mañosas prácticas clientelares de la Casa de la Cultura.