Una capilla ardiente se levantó en el Teatro de la Universidad Central para rendir honor a la abogada María Belén Bernal, asesinada la madrugada del 11 de septiembre, en las inmediaciones de la Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo.
En el escenario se levantó una gigantografía. En un costado consta la imagen de Bernal con la leyenda «La sangre derramada de una mujer es la sangre de todos».
Arriba del féretro hay otro rótulo con la frase «Policía Nacional #DevuélvanmeAMiHija #MaríaBelénBernal» y alrededor, ramos de flores amarillas y blancas.
Al costado izquierdo, se mantenía aferrada Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, quien no dejaba de recibir abrazos y condolencias de sus amigos y demás allegados.
En un instante, Fernando Sempértegui Ontaneda, rector de la Universidad Central, expresó sus condolencias, quien le garantizó que como sociedad «estarán vigilantes y alertas».
La madre de la abogada, visiblemente afectada, se animó a dar declaraciones a los medios de comunicación.
Instó a la ciudadanía a no dejarla sola. «Espero que no me dejen sola. Sigo necesitando su apoyo. Hoy por hoy es el inicio de una lucha. Afortunadamente recordarán ustedes que el señor (Diego) Ordóñez dijo el cuerpo… (Él) ya lo sabía. Sin embargo, yo recién ayer constaté el cuerpo de mi niña. Tenía esperanza», expresó.
Los restos de la jurista fueron localizados en las inmediaciones del cerro Casitagua, aledaña a la institución policial, ubicada en el noroccidente de Quito.
La última vez que fue vista con vida, Bernal ingresó a la institución policial para visitar a su esposo, el teniente de Policía Germán Cáceres (foto). Versiones preliminares dan cuenta que el agente estaba reunido con la cadete Joselyn S.
Bernal habría confrontado a su esposo. Poco después se escucharon golpes contra la pared, gritos de auxilio y, después, golpes en el piso. Ninguno de los agentes o autoridades de turno notificaron del hecho.
En redes sociales, se difundió que los restos se evacuaron en fundas especiales y se sacaron envueltos en una cobija.
En declaraciones a la prensa, Patricio Carrillo, ministro del Interior, detalló que el cuerpo de la abogada se encontraba en estado de descomposición, envuelto en plásticos e identificado gracias a su vestimenta y un tatuaje, pero adelantó que primero hay que esperar los resultados de la necropsia.
De su laso, Fiscalía informó que la madre de la abogada identificó a su hija, pero seguirá el protocolo de ley para identificar las causas del deceso.
En una entrevista en el programa Vis a Vis, el comandante Fausto Salinas dijo que en la autopsia se determinó que María Belén Bernal murió por estrangulamiento y asfixia. “Sabemos que sucedió un hecho en el dormitorio y eso derivó a que él busque una coartada para deshacerse de la culpabilidad”.
El presidente de la República, Guillermo Lasso, manifestó en su cuenta de Twitter: «este femicidio no quedará impune y todos los responsables serán sometidos a la ley, al tiempo de expresar su «solidaridad con su madre Elizabeth y su pequeño hijo».
Carrillo, en rueda de prensa acompañado del Comandante de la Policía, Fausto Salinas, pidió perdón y ofreció una disculpa a Otavalo y a su nieto.
Las disculpas no fueron suficientes
Mientras Otavalo acudió a Medicina Legal para continuar con la identificación y demás trámites legales, organizaciones sociales se movilizaron la tarde de ayer.
Primero se concentraron en los exteriores del Ministerio de Agricultura, en la Eloy Alfaro y Amazonas, para después trasladarse hasta los bajos de la Comandancia de Policía, en la Amazonas y Japón.
El lugar, las manifestantes gritaron asesinos, desplegaron volantes con la imagen de la jurista y plasmaron huellas de las palmas en color rojo, en señal de que la Policía tiene manchada la imagen y que se trató de un delito de Estado.
Las diligencias continúan
Han pasado 12 días del asesinato de la abogada Bernal y todavía no se da con el paradero del teniente Cáceres, autor del crimen.
La Fiscalía General del Estado señaló que continúan las investigaciones para localizar al agente uniformado que se encuentra en calidad de prófugo.
La mañana de este jueves 22 de septiembre, la entidad informó que la noche de ayer se realizaron dos allanamientos. El primero en el sector de La Carolina y el segundo en Pusuquí, ambos al norte de Quito.
En este último, se efectuó en el domicilio de la cadete Joselyn S., quien se encuentra con prisión preventiva por presunta complicidad en la desaparición de Bernal.
En dicha vivienda, se levantaron indicios para su posterior análisis, informó la Fiscalía. (I)
