Por Diego Albán
Mientras tenemos la sensación de que todo en el país se desmorona, la gastronomía nacional está cada vez mejor. No tengo dudas y además tengo muchas pruebas.
Si nos atrevemos a explorar las redes de oferta culinaria o cambiamos las calles por las que caminamos vamos a encontrar sin duda nuevos bares, novedosas cafeterías de experiencias y restaurantes con conceptos sólidos y de mucha personalidad.
Había escuchado mucho de cocineros guayaquileños en los últimos años, quienes abrazaron sin vacilar los sabores de sus barrios y la sazón de muchas madrinas que estuvieron siempre en los comedores populares.
Ya antes de la pandemia los empresarios de restaurantes de Guayaquil decidieron ponerse a la vanguardia y fueron a conquistar su propio país; Lo están haciendo muy bien.
Cevichería Guayaca, Olmedo, Don Cruz, Brasa Mar, La Balsa y la Carnicería de Chavela.
Son propuestas en mejora constante porque ante un público cada vez mas crítico siguen proponiendo combinaciones sabrosas.
He hablado con sus dueños, sus chefs, gerentes de marketing, administradores y he sido su cliente y algo que puedo rescatar es la convicción en lo que hacen, la seguridad de que van a seguir abriendo locales, pero sobre todo están enamorados de sus platos, los términos de sus carnes y te cuentan alegres que les llegó la pimienta que tanto buscaban.
Esta semana en la Carnicería de Chavela descubrí que el moro (lenteja, arroz y queso) hace una combinación excelente con un lomo fino a punto con una salsa sedosa y picante, un aguacate como guarnición infaltable para decirnos en la cara de que somos ecuatorianos y así está bien.
Maridarlo con un tinto de verano…. ¿Porque no? Si el balance de sabores fue lo esperado.
Cerca del final, una torta de chocolate muy casera, positivamente, una decoración que pudo ser mejor. El ambiente agradable y de buen gusto, un sitio como para pasar mas de un par de horas y finalizar con un café. Si el cliente cierra con un café, seguro volverá.
Y aunque la música fue muy anglo para mi gusto, el concepto de la Carnicería de Chavela con lo criollo sudamericano, el buen servicio de sus meseras y la calidez del sitio me deja una grata experiencia que espero que se replique no solo en Quito sino en todo el país.
Felicito a todos esos colegas restauranteros y empresarios que sin ver a ningún lado le apuestan por elevar nuestra oferta de experiencias para todos.
Les invito a caminar las calles de sus ciudades y consumir cualquiera de estas propuestas. No se van a arrepentir.
