Guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) han llevado a cabo un importante monitoreo en la isla Floreana, revelando datos cruciales sobre el estado de la población del petrel de Galápagos (Pterodroma phaeopygia). Durante cuatro días de seguimiento en Cerro Pajas, el único sitio de anidación de esta especie en la isla, se registraron un total de 328 nidos activos.
De acuerdo a información difundida por la DPNG, este estudio proporciona información valiosa para la conservación de esta ave marina endémica, conocida localmente como “patapegada”. Los datos recopilados permiten a los científicos y a los responsables de la gestión del parque evaluar la salud de la población y ajustar las estrategias de conservación implementadas.
Estado de los nidos y su importancia para la conservación
El monitoreo detallado de los nidos reveló que de los 328 nidos georreferenciados, 79 estaban ocupados por un ave adulta, lo que indica actividad reproductiva. Además, se identificaron cuatro parejas reproductoras, lo que sugiere un potencial para la continuidad de la especie. Un total de 78 nidos albergaban pichones, una cifra alentadora que evidencia el éxito reproductivo en una parte de la población. Sin embargo, 167 nidos no presentaban ocupación, un dato que también es relevante para comprender las dinámicas poblacionales y los posibles factores que influyen en la reproducción.
Estos datos específicos sobre la ocupación de los nidos, la presencia de adultos, parejas y pichones, son fundamentales para los esfuerzos de conservación. Permiten a los guardaparques y científicos comprender mejor el ciclo reproductivo del petrel y los desafíos que enfrenta la especie en Floreana.
El petrel de Galápagos y las amenazas a su supervivencia
El petrel de Galápagos es un ave marina endémica de las islas, que se caracteriza por anidar en las partes altas y húmedas de San Cristóbal, Santa Cruz, Isabela, Santiago y Floreana. Estas aves excavan túneles en suelos blandos para reproducirse, una estrategia adaptativa a su entorno.
Sin embargo, la especie enfrenta graves amenazas, principalmente debido a la presencia de especies introducidas como ratas y gatos salvajes. Estos depredadores representan un peligro significativo para los huevos y los pichones, afectando la supervivencia de la población.
Durante la época reproductiva, que generalmente comienza en febrero, los petreles de Galápagos adoptan hábitos nocturnos para minimizar el riesgo de depredación. Estas aves muestran una alta fidelidad a sus nidos, regresando al mismo lugar cada año para reproducirse. La hembra pone un solo huevo, que es incubado por ambos padres durante aproximadamente 50 días. Tras la eclosión, los padres cuidan del pichón durante unos 150 días, alimentándolo y protegiéndolo hasta que está listo para volar al mar.
Compromiso con la conservación en Galápagos
La Dirección del Parque informó también que el trabajo de monitoreo realizado por los guardaparques en Floreana es parte de un programa permanente de conservación de aves marinas. Este programa incluye el control de especies invasoras, una de las principales amenazas para el petrel, y la vigilancia activa de los sitios de anidación.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha catalogado al petrel de Galápagos como “En Peligro Crítico”, lo que subraya la urgencia de los esfuerzos de conservación para garantizar su supervivencia a largo plazo.
El Estado ecuatoriano, a través de la DPNG, reafirma su compromiso con la protección del patrimonio natural de la humanidad. (I)
