Miembros de la Fundación Teatro Nacional Sucre demandaron el pago de sus salarios atrasados. «No queremos parar» gritaban en la manifestación de este martes 6 de octubre de 2020.
Con cantos y pancartas en sus manos, trabajadores del Teatro Nacional Sucre y varias instituciones culturales del país se manifestaron este martes 6 de octubre para demandar el pago de sus salarios atrasados.
Vestidos de negro en señal de luto se fueron a las calles los artistas asociados a la Fundación del Teatro Nacional Sucre, entre ellos miembros de la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, Orquesta de Instrumentos Andinos, Coro Mixto Ciudad de Quito, Ensamble de Guitarras de Quito, Escuela Lírica, Grupo Yavirac, Coro Infantil y Coro Juvenil, las direcciones Ejecutiva, Musical, Producción, Comunicación, Administración, Técnica, Jurídico y Financiero.
Dicha Fundación expresó en un comunicado con fecha 5 de octubre de 2020 que esta activación musical es su derecho a la resistencia, para abrir el debate en torno a la emergencia cultural que atraviesa la sociedad ecuatoriana.
“La Fundación Teatro Nacional Sucre atraviesa momentos aciagos, como parte de una cadena de producción cultural que corre el riesgo de parar sus actividades por la falta de atención de las autoridades corresponsables de su funcionamiento. El silencio y abandono impiden el digno trabajo de más de 125 artistas, músicos profesionales al servicio de la comunidad, y todo el equipo de profesionales, técnicos, tramoyas, sonidistas, productores, realizadores audiovisuales, comunicadores, diseñadores, administrativos etc., que acompañan y hacen posible la realización de las actividades culturales y la programación sostenida”, dice el texto.
Asegura, además, que la Fundación no ha podido pagar desde hace meses a su personal, que nunca se ha detenido; y se ha visto obligada a cancelar contratos que han afectado a más de 250 artistas ecuatorianos, ya programados para festivales emblemáticos como la Fiesta Escénica de Quito, el Festival Internacional de Música Sacra y el Ecuador Jazz.
En Ecuador, que ha sido gran afectado por la pandemia del covid-19, la cultura parece que sigue siendo la última rueda del coche. Los artistas no son considerados como el alma de la nación y se corre el riesgo no solo de que se pierdan instituciones culturales, sino genuinas tradiciones identitarias.
Un nuevo Gobierno elegido en las urnas el 7 de febrero de 2021 debería plantearse una política cultural que atienda las demandas del sector y masifique el acceso a la cultura.