Por Pablo Salgado * (Escritor y Periodista)
Hoy es el Día Nacional de la Cultura. Todos quisiéramos que fuera una fiesta y un motivo de alegría y celebración, pero no. Nunca como en este par de años ha existido tanta precariedad en el sector cultural.
Nunca como hoy tantos artistas y creadores están desprotegidos. Mi saludo y abrazo a todos, y todas, los artistas y gestores de la cultura que, a pesar de todo, siguen creando y trabajando en lo que más aman.
Hace 77 años nació la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CEE), y fue durante mucho tiempo un referente, nacional y continental, pero esos años cada vez son mas lejanos. Hoy sufre también de una gran precariedad.
Los continuos recortes a su presupuesto y la mala gestión la han asfixiado. Es, desde hace muchos años, una Casa enferma, y dejó de ser ese referente de la cultura en el país. Apenas sobrevive; en algunos casos con mucha dignidad, y en otros en medio de la mediocridad e ineficiencia.
La Casa, como bien señala Fernando Tinajero, «ha perdido el lugar que antaño ocupaba en el corazón de los ecuatorianos». La cultura -y los artistas- que podían ser los grandes aliados para hacer frente a la pandemia, son mas bien los grandes olvidados. Pero, como ya ha ocurrido antes, los artistas continuarán creando y trabajando, con terquedad, en lo que más aman.
Un abrazo a todos los trabajadores de la cultura.