Un grupo de padres de familia se concentró este 23 de septiembre en las afueras del hospital pediátrico Baca Ortiz de Quito para exigir atención oportuna para sus hijos ante la escasez de medicinas.
Según los progenitores, desde hace 8 meses el nosocomio -exclusivo de infantes- carece de medicamentos e insumos indispensables para los tratamientos médicos.
Asimismo, denunciaron que por esa escasez de medicinas un menor falleció.
Una de las afectadas es Yolanda P. quien contó que el hospital carece de vitaminas, que los mismos progenitores deben comprar.
«Hace dos meses no recibo la medicación que mi hijo requiere y ellos se descompensan e incluso ponen en riesgo su vida», afirmó.
Entre los medicamentos que deben adquirir los padres está el alfa dornasa, medicamento que sirve para evitar infecciones en los pulmones.
De su lado, Pablo Ruiz coordinador del Observatorio de Discapacidad aseveró que incluso en emergencias los progenitores deben comprar hasta el hilo para suturar.
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Trasplantes suspendidos
Otra inquietud en los padres es la suspensión de trasplantes que provoca una menor calidad de vida de sus hijos.
Así lo afirma Mayra Ontaneda, cuyo hijo necesita un trasplante hepático y hasta el momento no tiene fecha para el mismo.
Desde hace un año visita periódicamente el nosocomio en busca de una respuesta a su clamor
«Él al momento ya presenta una cirrosis por lo que está luchando por su vida mientras espera el trasplante».
Los progenitores esperan una respuesta inmediata de las autoridades del hospital y de no ser así irán a instancias legales.
Por su parte el Ministerio de Salud (MSP), con la declaratoria de emergencia para la adquisición de medicamentos, entrega de a poco los insumos a los distintos hospitales del país. (I)
