Por Fabricio Cevallos
Es momento de asumir con decisión y entereza, con responsabilidad y compromiso, el cambio que requiere este país. ¿Cómo hacerlo? Ejerciendo nuestro derecho al voto, esa es la mejor herramienta que tenemos para incidir en el futuro de nuestro país. Nuestro voto, nuestra decisión, permitirá fortalecernos como sociedad, como democracia, analizando de la mejor forma la propuesta de cada candidato, entendiendo lo que plantea y asumiendo una posición frente a ello.
En ese proceso de tomar la mejor decisión, es necesario tener en cuenta algunos aspectos básicos, trataré de mencionarlos brevemente en esta columna.
Primero, no solo que es básico y fundamental conocer lo que cada finalista ofrece a los electores, sino también buscar respuestas al cómo lo harán, que los discursos no queden solo en un baratillo de ofertas y propuestas de buenas intenciones y de anhelos, sino que, además, es importante exigir que se explique cómo se harán efectivos esos ofrecimientos, a qué costo, bajo qué condiciones y qué resultados son los que se esperan.
Segundo, es fundamental entender si las propuestas de los candidatos que pasaron al balotaje realmente atienden los problemas y las preocupaciones que hoy vivimos, si podrían resultar un alivio o una solución al momento complejo que atravesamos, entre esos temas, por ejemplo, están los relacionados al desempleo, la pobreza, la corrupción, su posición frente al revanchismo y el odio político, entre otros, que son ámbitos que hoy por hoy preocupan a millones de ecuatorianos.
Como tercer elemento, creo que es importante recordar y no dejar de lado el pasado de los postulantes, su recorrido y participación en la historia reciente de nuestro país. Elegir responsablemente implica tener en cuenta sus antecedentes, su trayectoria, a qué sectores son afines, cuál es su entorno de amistades y colaboradores, si ocuparon o no cargos importantes en el pasado, qué decisiones tomaron, en qué medida aportaron al beneficio de la sociedad, si son coherente ideológicamente con el pasar del tiempo, etc. Toda esta información nos permitirá aprender del pasado y evitar cometer los mismos errores en el futuro.
Y como cuarto elemento, y creo que el más importante, está la garantía de respeto al derecho que tenemos de sufragar, reconociendo la diversidad de pensamientos e ideologías, elementos que enriquecen a nuestra sociedad. Es fundamental que todos entendamos la importancia de respetar la decisión que tomemos, que eso no nos lleve a cuestionar, atacar o agredir a quienes piensan distinto. Ecuador debe erradicar las pasiones y los odios innecesarios.
Durante los últimos años, familias, amigos y compañeros se han distanciado y han caído en un terreno de polarización extrema por el tema político, es algo que no podemos admitir y tolerar. No es posible que a más de la pandemia, la crisis económica, política y social, tengamos que vivir una profunda división por temas que finalmente nos deberían unir como país.
El voto es el arma más poderosa que tenemos para seguir adelante dentro de un Estado democrático, participemos activamente, en medio de las complejidades que vivimos, en este proceso electoral, que sea este el momento oportuno para superar los problemas y las desigualdades que lo único que han provocado es condenarnos aun más al retraso.
Veamos a nuestro país con optimismo hacia el futuro, maduremos como sociedad y entendamos que solo nuestra buena actitud, compromiso, esfuerzo y buena convivencia nos permitirá salir de tantos problemas.
Nos vemos el 11 de abril para escribir un nuevo capítulo en la historia de Ecuador.
