Hay una indignación generalizada por lo que está ocurriendo en Ecuador, no solo por las pugnas políticas y la crisis socio-económica que ha afectado a todos, sino que ahora también las irregularidades en el plan de vacunación, se convirtieron en la cereza del pastel.
¿Cómo es posible que las cosas sigan como si nada pasara con la serie de cuestionamientos en torno al plan de vacunación? Pues así mismo, aquí no pasa nada, las irregularidades generan ruido solo un momento y enseguida pasan al olvido.
La etapa inicial o fase cero ha reportado varias anomalías que rayan en lo antiético y lo irrespetuoso (hasta en el cinismo). Una de las primeras faltas fue la relacionada a la vacunación de la madre y otros familiares del ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, en un centro privado de cuidado de adultos mayores, a pesar de no estar dentro de la lista de beneficiarios prioritarios. Pero ese no ha sido el único paso en falso que ha dado la máxima autoridad de salud del país, hace pocos días, se reveló que varios rectores universitarios fueron invitados a formar parte del plan de vacunación, invitación que tuvo como respuesta el rechazo de los rectores que en varias cartas al ministro Zevallos señalaban que hay personas que en estos momentos requieren, con mayor urgencia, dichas vacunas.
El panorama del plan de vacunación en Ecuador sigue siendo incierto, no se puede ver con claridad en qué consiste, cómo se dieron las negociaciones para adquirir las dosis, en qué fechas se cumplirá este plan, quiénes son ahora los beneficiados y quiénes serán los siguientes, es decir, no hay transparencia. Pese a que, por reiteradas ocasiones, se ha exigido a las autoridades que den certezas sobre este tema, la respuesta del ministro Zevallos ha sido el silencio.
Por si esto fuera poco, desde distintas instituciones públicas como la Fiscalía General del Estado y el Consejo de la Judicatura se ha solicitado al Ministerio de Salud incluir a su personal en la fase inicial de vacunación, pedido que ha sido aceptado y que parece ignorar quiénes son la prioridad este momento. Al igual que ciertos funcionarios públicos, hay muchas personas que aún podemos esperar por esas dosis contra el covid-19, pero hay otras que deben ser vacunadas en el menor tiempo posible. Hay médicos, personal de la salud, efectivos de Policía y Fuerzas Armadas, personas de la tercera edad, con discapacidad y con enfermedades que son más vulnerables ante la pandemia, pero ellos deben, lamentablemente, seguir esperando.
Sería bueno conocer quiénes realmente han sido vacunados hasta el momento, se habla de funcionarios públicos, sus familiares, algunas personalidades públicas que habrían recibido las dosis.
Por el bien de este país, es necesario un baño de verdad. Mientras en países como Perú y Argentina, los abusos relacionados a la vacunación contra el covid-19 por parte de ciertas autoridades han derivado en su renuncia a los cargos y al inicio de acciones judiciales, en Ecuador, todo sigue como si nada pasara, las autoridades no dan explicaciones sobre lo que sucede, haciendo caso omiso a lo que exige la sociedad, cansada del abuso, la viveza y la poca vergüenza.