Por Fabricio Betancourt, Master en Marketing Político, UAB, Barcelona
(Una colaboración del Blog Moraleja para Periodismo Público)
La estrategia política del equipo de comunicación falló durante la campaña electoral del candidato y nadie pudo solucionarla, existía el riesgo de perder la elección. Por lo que contrataron a un consultor en Marketing Político, titulado y con varios años de experiencia. El consultor diagnosticó con sumo cuidado de arriba abajo y descubrió que la campaña no contaba con investigación y tampoco con una estrategia política real, ni con una estrategia de comunicación, ni estrategia de propaganda.
Después de diagnosticar de forma meticulosa la campaña tierra, aire y digital el estratega habló con el candidato y su gerente de campaña, y propuso una real estrategia, así metió su mano en el diseño para una campaña ganadora. El equipo de comunicación del candidato se enojó. Pensaban que perdería el empleo.
El equipo de campaña del candidato veía al estratega como una amenaza en vez de un aliado. Al cabo de un mes el rumbo de la campaña cambio. Sucedieron diversas cosas, puesto el estratega redireccionó el camino de la estrategia y con ello la narrativa del candidato cautivó a los ciudadanos.
El estratega usó una estrategia adecuada para crear una imagen del candidato, lo que permitió captar nuevos apoyos, desmovilizar a sus adversarios y además propuso el ataque y la defensa comunicativa para contrastar a los candidatos en base a la verdad, y contrarrestar los ataques de sus adversarios.
Después de un mes, en un nuevo estudio el nuevo camino dio resultados, el candidato subió al primer lugar, sin embargo, parecería que su trabajo solo consistía en hablar con el candidato, hablar con el gerente y capacitar al equipo de él. Esto fue un golpe fuerte para los que más halagaban al candidato (círculo cercano). Al instante, se dio cuenta que el motor principal de su campaña política volvió a encenderse. Gracias a una verdadera estrategia.
¡La campaña se arregló y la imagen del candidato mejoró notablemente! También contrarrestó los ataques de sus competidores, permitiendo defender su voto el día D (dia de las elecciones). Y la estrategia consiguió el triunfo.
Pocos días después, el gerente recibió su factura por $ 30.000. “¡¿Qué?!” dijeron los del equipo y el gerente de campaña: “Casi no hiciste nada. Envíanos una factura detallada”, dijeron. No conocían del monto que el candidato ganador le ofreció pagar.
La respuesta del estratega fue: Por escribir unas 200 hojas después de estudiar su caso: $ 4.000.
Por saber qué estrategia usar, cómo hacerlo, cuándo hacerlo, con quién hacerlo, aprovechar el clima político, dónde hacerlo, con cuánta fuerza hacerlo y ahorrarte cientos de miles de dólares el precio es $ 26.000.
Moraleja: se cobra por lo que se sabe no por lo que se hace o número de horas, así que, por favor, respeta el trabajo de los demás. Y recuerda las campañas políticas se repiten cada 4 años y las manejan profesionales especializados, no agencias de publicidad comercial que venden cachitos y papas fritas.
Nota: Los montos son ejemplificativos para mayor comprensión